La incapacidad de seguir instrucciones de Novak
Hace unas semanas Novak Djokovic se vio envuelto en uno de los más grandes escándalos de su vida profesional. El tenista de 34 años decidió ir a jugar el Australian Open sin tener la vacuna de COVID-19, lo que hizo que lo tuvieran arraigado varios días y que no le permitieran competir.
El deportista número uno del mundo probablemente pensó que por la posición que ocupa y la importancia que tiene este torneo lo dejarían entrar al país sin ningún inconveniente, algo que definitivamente no sucedió.
Novak causó un gran revuelo, pero no de una manera positiva. El país sufrió varios disturbios públicos debido a que había personas que lo apoyaban y otras que estaban a favor de la decisión del juez. Gracias a él, el primer Grand Slam del año fue más mencionado de lo normal alrededor de la Tierra, pero no por las razones correctas.
La razón para no ponerse la vacuna, reside en que él acababa de tener la enfermedad y decía no necesitar los anticuerpos que ésta provee, pues actualmente cuenta con ellos.
Lo triste aquí es que un ícono del deporte, una persona que es seguida por tanta gente, no comprenda que él es un ejemplo para la sociedad y que si él se niega a recibir la dosis, muchos otros también lo harán. Causando aún más enfermos y fallecidos.
Seguramente a él no le afecta si tiene un trofeo más, actualmente ha ganado nueve Abiertos de Australia, pero muy seguro estoy de que sí afecta su imagen deportiva, más porque a lo largo del tiempo ha demostrado ser una persona muy centrada y educada con quienes se le acercan, ya sean fanáticos o reporteros. Contaba con una reputación con la que muchas marcas deseaban vincularse.
No, no se quedará en la calle por este acontecimiento, pero sí, probablemente va a perder más de lo que debería en patrocinios. Algunos porque lo abandonarán y otros porque prefirieron a sus contrincantes (Rafa Nadal o Tsitsipas), los cuales sí siguieron los lineamientos para poder jugar.
¿Por qué digo esto? Al inicio de la pandemia, Novak se saltó la cuarentena para organizar un torneo entre sus amistades de la ATP en donde contrajo COVID junto con otros de los asistentes. Eso habla de una persona que tiene cierta predilección por saltarse las normas.
Las empresas buscan invertir su dinero en personas reconocidas, pero no en personas en las que no pueden confiar. Esperemos que en los torneos que siguen reconsidere seguir las normativas y volver a ser ese buen ejemplo para el mundo.
Roberto Franco Briones
Consultoría en Imagen Pública ICONOS
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