La importancia de respetar y preservar las aves silvestres en nuestra región

Fauna silvestre en la bahía / Por: Armando Rubio / Experto en fauna silvestre

En esta ocasión quiero hablarles acerca de algunas aves que habitan en nuestra región, en particular dos especies fascinantes que forman parte de nuestra biodiversidad: la pava cojolite, conocida popularmente como “choncho”, y las chachalacas. Ambas especies no solo son parte integral de nuestros ecosistemas, sino que también representan un llamado a la conciencia sobre el respeto hacia la fauna silvestre.

La pava cojolite: un ave majestuosa y en riesgo

La pava cojolite es un ave grande, que puede alcanzar una altura ligeramente por encima de la rodilla. Es fácilmente reconocible por su hermosa cresta y su distintiva garganta roja. A pesar de su imponente apariencia, esta especie enfrenta amenazas debido a la caza indiscriminada.

En varias comunidades rurales, he escuchado comentarios sobre la caza de esta ave, a pesar de que su carne no es considerada de buena calidad. Es dura, con un sabor poco agradable, lo que hace aún más incomprensible el motivo para cazarla. Además, la pava cojolite se encuentra en situación de riesgo y está protegida por la ley. Sin embargo, la práctica de cazarla continúa, poniendo en peligro a una especie esplendorosa y fundamental para el equilibrio ecológico.

Las chachalacas: el despertar sonoro de las mañanas

Otra ave común en nuestra región es la chachalaca, conocida por sus vocalizaciones estridentes, especialmente al amanecer. Al igual que la pava cojolite, estas aves pertenecen al orden de los galliformes y a la familia Cracidae. Aunque las chachalacas aún no están en riesgo de desaparecer, también son víctimas de la caza en algunos lugares.

Es importante destacar que estas aves cumplen funciones ecológicas esenciales, y su caza no solo afecta su supervivencia, sino también el equilibrio del ecosistema.

Un llamado a la reflexión

Para quienes disfrutan de la carne, mi recomendación es simple: opten por productos de consumo controlado, como el pollo de granja. Estos alimentos han pasado por estrictos controles de calidad y supervisión veterinaria, garantizando que estén libres de virus, bacterias o parásitos que puedan dañar nuestra salud.

En cambio, al consumir carne de animales silvestres, nos exponemos a un alto riesgo de enfermedades, ya que estos animales no reciben ningún cuidado médico y están en constante contacto con parásitos, bacterias y virus presentes en su entorno natural. He conocido casos de personas que han sufrido intoxicaciones graves o infestaciones parasitarias por consumir carne de fauna silvestre.

Admiremos y respetemos nuestra naturaleza

Puerto Vallarta se encuentra en una región privilegiada, rodeada de una biodiversidad impresionante. En lugar de cazar estas hermosas aves, invito a la comunidad a observarlas, admirarlas y disfrutar de su presencia en su hábitat natural.

En esta época del año, resulta particularmente hermoso escuchar el canto de las aves y observarlas en su entorno. Respetemos y preservemos nuestra naturaleza para que estas especies sigan formando parte de nuestro paisaje y cultura.

Recordemos que proteger a las aves silvestres no solo es una cuestión de ética, sino también una manera de cuidar la salud del medio ambiente y, en consecuencia, la nuestra. Dejemos que estas maravillas aladas sigan embelleciendo nuestras vidas.