La fortaleza del IMSS
Medicina Familiar / Marco Antonio Inda Caro / Médico de Familia
Antes que nada, esto fue lo que dijo un diabético al presenciar el eclipse solar, al notar que la luz del día bajó brevemente de intensidad, “sentí que se me subió el azúcar a más de 600”, esa es la sensación que vive a diario el diabético con un descontrol glucémico. Previo al desprendimiento de la retina, dicen algunos que notan que se va oscureciendo hasta perder por completo la luz del día hasta la oscuridad.
Uno de los principios básicos en la atención médica, sigue siendo el saber ver y escuchar, saber dirigir la atención médica que se vive a diario. El ver a los ojos a los pacientes es indicativo de mejoría hasta un 90% de la mayoría de los malestares de las personas.
El programa MIRAME A LOS OJOS del Instituto Mexicano del Seguro Social es algo innovador, y que no lo tiene ningún otro Instituto de salud pública en Latinoamérica, creo que tampoco en los hospitales privados de prestigio en México. La nobleza de ese programa nos da la total confianza de ver a los pacientes a los ojos mientras se está escribiendo el texto en el expediente electrónico, tal cual, con acentos y comas, un texto que en menos de 10 minutos termina completamente la atención, finalmente en 15 minutos salen del consultorio sintiéndose atendidos y escuchados, eso es calidad en la atención médica.
Las quejas de hoy en día se centran en la falta de ser vistos a los ojos, en la falta del diálogo, ese diálogo que te da la confianza de sentir que se sienten escuchados. –“Vengo a quejarme porque el doctor del consultorio 6 ni si quiera me vio a los ojos, no me tomó la presión, no se fijó en mi garganta, ni si quiera se fijó en las manchas de la piel”. –“Me vengo a quejar del médico del consultorio 4 porque se la pasa escribiendo, tardando hasta 30 minutos en la computadora haciéndome preguntas sin verme y siempre me da lo mismo mes con mes”.
La mortaja.
Están circulando los 4 serotipos de dengue y ni si quiera ha llovido, eso es un mal augurio para aquellas personas que el año pasado presentaron signos y síntomas de dengue grave. Cuando una persona se enferma de 1 serotipo, seguida por otra infección con un serotipo diferente, corre el riesgo de padecer dengue grave hasta la muerte.
Cuidado si al bajar la fiebre presenta lo siguiente: dolor abdominal, sueño, cansancio, sangrado de encías, vómitos persistentes e intranquilidad e irritabilidad, esos síntomas son de alarma acude a un hospital.