La era del exceso
Planeta Luna / Consuelo Elipe
No hay duda que el mundo ha cambiado radicalmente desde que gente de mi edad éramos pequeños.
Hemos sido los que nos ha tocado el paso quizás más drástico, de la era analógica a la digital, y a la digital extrema. Sin anestesia.
Hay momentos que son tantas cosas las que hay manejar, que paso de querer arreglar y opinar de todo, a otros en los que solo quiero soltar, dejar que todo pase como tenga que pasar, que las cosas sean como sean, aunque no me gusten nada, porque pienso que de todos modos en algún momento yo ya no estaré y las cosas seguirán evolucionando.
A veces me sorprende cómo las personas nos ponemos en el límite de enojo, de la angustia, del esfuerzo de querer cambiar algo, de querer que gane nuestro partido político, que las ciudades sean como nos gustaría, que nuestro cuerpo sea de una forma determinada, tratando de detener el tiempo…como hacemos de un tema o detalle, toda una cuestión enorme discutiendo por nimiedades.
Claro, sé que si no tuviéramos pasión ni ilusiones nada tendría sentido. Si no tuviéramos un propósito por pequeño que sea para levantarnos la vida sería aún más difícil. Pero entre el laberinto de información, de imágenes, de noticias, de novedades, de sorpresas…encontrar el camino correcto, NUESTRO CAMINO se hace misión imposible.
Cada día nos preguntamos, mi generación no naturalmente digital, si todo esto que nos ha pasado ha sido para bien. Si realmente esto es lo mejor que podría ser, si hubiéramos podido poner más barreras, más controles, pero ahora ya es tarde. Violaciones en grupo de niños de 13 años a niñas de 13 años, los especialistas dicen que los niños ven pornografía sin control, y eso está influyendo en esta catástrofe. ¿Qué estamos haciendo para remediarlo? ¿Cuándo los nuevos padres volverán a poner por encima la “molestia” de jugar con sus hijos en lugar de ponerles una pantalla tan pronto pueden ver, aunque no entiendan nada?
Las voces más cualificadas en inteligencia artificial están pidiendo a gritos que se haga un alto, que esto nos va a pasar por encima y las consecuencias son inimaginables, pero nadie escucha. Y nos sobrepasará, y las mentes malévolas lo usarán en contra de la humanidad, pero de nuevo será tarde.
Meditar es cada día más difícil, encontrar espacios para pensar, estar en silencio y tomar decisiones es algo que será o es como el oro o más valioso. Siento que estamos en una lucha de fuerzas entre querer estar en todas las plataformas, al día de todo, enterados de todo y a la vez mantener algo de claridad mental. No parece que estemos como humanidad ganando la batalla de conciliar todo esto, porque el uso desmedido de pastillas para subsanar todo tipo de dolencias y el ascenso de suicidios y problemas mentales no es buen síntoma.
Es la era de la confusión, del exceso, y sobre todo del exceso público, en el que compartimos hasta el último detalle. ¿Quedará alguien que sepa quién es? Con tanto filtro, cambio de sexo, adoctrinamiento sexual a cucharadas en todas las series y películas, moda sin género, tratar a las mascotas como hijos, dar prioridad a todo menos a los seres humanos, políticos que priorizan el fanatismo de las ideas a los problemas reales…
Sigo queriendo ser eterna pero no sé si lo que me tocaría ver en las próximas décadas podría digerirlo…a día de hoy ya me va costando…