La economía mexicana y sus perspectivas en la economía mundial
Hablando en serio / Javier Orozco Alvarado / Profesor Investigador de El Colegio de Jalisco, A. C.
Recién entrado este siglo, empezó a cobrar fuerza la idea del derrumbamiento del proceso de globalización; fenómeno que se había traducido en grandes movimientos financieros, comerciales, de capitales y de inversiones que generaron un reacomodo de la economía mundial, lo que dio como resultado el estallido de una crisis financiera e inmobiliaria en Estados Unidos, España y Portugal hacia 2007-2008.
De hecho, en este escenario surge en Grecia el movimiento del Grexit en 2012 y el Brexit en Gran Bretaña en 2016, en alusión a la necesidad de abandonar la Unión Europea ante la insostenibilidad financiera y la falta de crecimiento económico.
Desde esa época, el Fondo Monetario Internacional (FMI), que es el organismo encargado de evaluar, dar seguimiento y hacer recomendaciones técnicas sobre los pronósticos de crecimiento de la economía mundial en los distintos países y regiones; anticipaba que a partir del 2018 la economía mundial iría a la baja en países como Japón, Reino Unido, la Zona del Euro y algunas economías emergentes de América Latina. Es lo que muchos analistas pronosticaron como el inicio del fin de la globalización.
Y la realidad es que tanto las tensiones económicas entre China y Estados Unidos, la llegada de la pandemia en 2019 y la actual guerra entre Rusia y Ucrania han generado un escenario todavía aún más adverso para muchas economías; en particular para la Unión Europea, que depende del petróleo y el gas de Rusia y para otros países que dependen alimentariamente de las exportaciones de granos de Ucrania.
Por esa y otras múltiples razones, el FMI pronostica que para 2023 habrá un frenazo de la economía mundial con efectos recesivos para las economías de América Latina; pues se pronostica que en 2022 la economía mundial terminará con un crecimiento de 3.2% y para 2023 alcanzará apenas un crecimiento de 2.7%.
La realidad es que para 2023, aun las economías más ricas del mundo, mostrarán un ritmo de crecimiento bajísimo, por lo que Estados Unidos tendrá un crecimiento de apenas 1.0% y la zona del Euro de 0.5%. Por consecuencia, América Latina tendrá el próximo año un crecimiento de 1.7%, en un escenario de fuerte inflación, pues según el FMI, se pronostica una inflación mundial de 14.1% para el cierre de 2022 y de 11.4% para 2023.
Para contrarrestar la elevada inflación a nivel mundial, las tasa de interés se mantendrán a un nivel de 9.1% en lo que resta de 2022 y de 8.3% para 2023, lo cual generará un endurecimiento del crédito para las empresas, con la consecuente pérdida de dinamismo económico y el riesgo de una recesión.
Hasta ahora México es de las economías con mayor blindaje, no sólo porque mantiene una tasa de inflación de 8.0%, una de las más bajas del mundo, pero que a pesar de su política fiscal expansiva sus pronósticos de crecimiento se mantendrán cercanos al 0.6%, muy por debajo del 1.6% previsto inicialmente por el Banco de México.