La Costalegre

La ciudad imaginada / Dr. José Alfonso Baños Francia

Para nuestra región es estratégica una alianza con la Costalegre

La región conocida como la Costalegre comprende los municipios de Cabo Corrientes, Tomatlán, La Huerta y Cihuatlán. La belleza de sus atractivos y potencial productivo le conceden un sitio relevante en nuestra entidad.

Esta porción de litoral comenzó su proceso de desarrollo impulsado por el programa La Marcha al Mar durante el gobierno de Adolfo Ruíz Cortines y secundado en Jalisco entre 1953 y 1959 con la Comisión de Planeación de la Costa de Jalisco en la administración encabezada por Agustín Yáñez.

Una acción específica fue la construcción de la carretera federal número 200 entre Puerto Vallarta y Barra de Navidad que se concluiría hasta mediados de 1970. Esta infraestructura de transporte mejoró la comunicación entre localidades y tuvo incidencia en su proceso de expansión.

La actividad turística constituyó una de las apuestas para generar empleos y promover la prosperidad, albergando inversiones extranjeras en sitios como Careyes, Cuixmala o Tenacatita, a pesar de la débil certeza en la tenencia de la tierra, mucha de ella de origen ejidal o comunal.

La carencia de un aeropuerto cercano ha dificultado el crecimiento en la zona, al depender de los nodos aeronáuticos de Manzanillo o nuestro puerto. Para atender esta situación, actualmente se construye una pista para aviones privados en Chalacatepec, dentro del municipio de Tomatlán.

Un aspecto interesante ha sido la apuesta por el cuidado ambiental y del paisaje, instalándose en 1971 la Estación de Investigación, Experimentación y Difusión Chamela del Instituto de Biología de la UNAM, así como otra de la Universidad de Guadalajara. Ello se respaldó con la declaratoria en 1992 de la Reserva de la Biosfera Chamela-Cuixmala.

Recientemente, el gobierno federal ha puesto atención en el sistema de islas y arrecifes que se encuentran frente a Punta Pérula, destacando la isla Cocinas, cuya belleza la volvió muy popular y objeto del deseo entre los visitantes, ocasionando afectaciones naturales por prácticas inadecuadas entre los prestadores de servicios turísticos. Ahora, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) ha establecido protocolos para preservar las condiciones de las islas y permitir el aprovechamiento recreativo con criterios de sostenibilidad.

En los últimos años han aterrizado inversiones en hotelería de alta gama con la apertura de un conjunto de lujo en El Tamarindo, cuya marca es reconocida a nivel mundial y donde los clientes están acostumbrados a altos estándares de atención y servicio. También se rumora sobre otros grupos empresariales de origen europeo interesados invertir en la zona.

Para nuestra región es estratégica una alianza con la Costalegre buscando complementar la oferta turística del litoral jalisciense aprovechando la infraestructura instalada y su potencial. Así, la colaboración permanente en materia de promoción y gestión puede consolidar el desarrollo regional en esta porción del mundo donde tenemos la fortuna de vivir.