La anticipación de la sucesión presidencial
Hablemos en serio
Javier Orozco Alvarado
Investigador de El Colegio de Jalisco, A.C.
Hoy los críticos del gobierno y la élite política nacional opositora se han enfrascado en discutir si el presidente Andrés Manuel está destapando anticipadamente a quien podría ser alguno de sus posibles sucesores. Y también, tratan de ver estos destapes como una manera de adelantarse mediáticamente a perfilar a quien podría enfrentar exitosamente a algún posible candidato inexistente de la oposición.
Por principio de cuentas, creo ni la oposición ni sus críticos logran entender aún la jugada del presidente. En primer lugar, porque el presidente está jugando en dos bandas o dos posibles escenarios. Y, en segundo, porque el presidente quiere asegurar que esté él o no esté; la transformación del país seguirá adelante en el mediano o en el largo plazo.
Aunque en apariencia la pelea principal está en estos momentos entre Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum y Ricardo Monreal; el presidente también mencionó con anterioridad a Juan Ramón de la Fuente, Esteba Moctezuma y Rocío Nahle. Eso es bueno porque los que saben de política dicen que es mejor tener muchos candidatos para escoger y no como la oposición, que no saben ni con cual van a perder.
Morena, sin duda, tiene la posibilidad de ganar la presidencia en 2024 con cualquiera de esos candidatos, pues hemos constatado que a ese partido se le sigue identificando como el partido del presidente. Con cuanto margen pueda ganar o cual será la magnitud del riesgo de perder, dependerá del procedimiento para elegir al candidato y de su capacidad para penetrar en la sociedad o convencer a las élites de los distintos sectores del país quien es la mejor opción.
Para ello será importante la manera de seleccionar al candidato o candidata, pues el método de la encuesta ha quedado totalmente rebasado ante la opinión pública por falta de legitimidad y falta de trasparencia de la metodología; sobre todo, porque se podría prestar a que por dedazo el presidente de la república señale al ganador o porque el presidente del partido haga lo propio como se hizo en las elecciones intermedias de 2021, en las que quedaron candidatos con tan poca credibilidad que perdieron la elección o que medianamente son aceptados por la ciudadanía y no garantizan un triunfo en la próxima reelección.
La realidad es que los primeros tres precandidatos poseen un perfil adaptable frente a cualquier circunstancia o coyuntura que se pueda presentar. En primer término, por su lealtad probada con el presidente y por tener a su cargo la Secretaría de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard es bien visto para la sucesión si México pretende seguir liderando económica y políticamente la región latinoamericana, tener un excelente interlocutor con Estados Unidos, China o el resto del mundo. Pues además de participar y representar al presidente recientemente en el T-MEC, la CELAC, la COP 26, el G-20, gestionó también el apoyo internacional para adquirir las vacunas del Covid- 19 con Estados Unidos, China, Europa y Rusia. También se desempeñó como Jefe del Distrito Federal entre 2006-2012, periodo en que recibió el Galardón como el mejor Alcalde del Mundo en 2011 y habiendo contendido por la candidatura, respaldó la decisión de Morena para que Andrés Manuel encabezara el proyecto para la presidencia de México en 2018.
Claudia Sheinbaum fue Secretaria de Medio Ambiente del Distrito Federal, entre 2000-2006, en el Gobierno del DF con Andrés Manuel. Actualmente es Jefa de Gobierno de la Ciudad de México (2018-2024), es doctora en Ingeniería en Energía por la UNAM y una de las principales aspirantes a la candidatura debido a su cercanía con el presidente de la república, por ser mujer y por estar en la línea de la transición energética.
Ricardo Monreal, otro fuerte contendiente a la precandidatura es un hombre de visión nacionalista y republicana, con una enorme capacidad de negociación, con fuertes lazos con las élites políticas y larga experiencia. Fue gobernador de Zacatecas entre 1998-2004 por el PRD, fue Jefe de Gobierno de la Delegación Cuauhtémoc (2015-2017), ha sido Diputado federal en tres ocasiones (1988-1991; 1997-1998 y 2012-2015), Senador de la República en tres ocasiones (1991-1997; 2006-2012; 2018-2024). Un político con una gran trayectoria, pero con muchos obstáculos que tendrá que vencer de frente a Mario Delgado y a quienes controlan Morena.
Tres fuerte contendientes que podrían llegar, cualquiera de ellos, a la presidencia de la república en caso de la revocación de mandato. Sobre todo, porque según el INE, la Consulta para la Revocación de Mandato será el 27 de marzo de 2022 y en caso de no continuar Andrés Manuel se tendría que nombrar un presidente interino.
Por lo anterior, está previsto que en caso de que triunfe la revocación, el presidente del Congreso de la Unión asumirá el cargo de manera provisional y dentro delos siguientes 30 días el Congreso nombrará a quien concluirá el periodo constitucional. Por todo ello, cualquiera de los tres de la primera lista estaría en condiciones de sustituir al presidente y esa es la razón del destape anticipado. En todo caso, como lo señalé anteriormente, ninguno de los seis es descartable en la segunda o primera ronda, si es que la hay.
Aunque la ley establece que para que la revocación tenga validez deberá votar el 40% de las personas inscritas en la lista nominal de electores, el presidente asume que, aunque no vote la totalidad, si la mayoría de los que voten sugieren que se vaya, él abandona la presidencia y, por si acaso, está preparando desde ahora el posible escenario. Finalmente, será decisión de los mexicanos si volvemos al pasado o seguimos avanzando hacia el futuro.