Junio, pan y circo
Planeta Luna
Será la edad o los acontecimientos cercanos, pero es que no confío nada en el buen juicio de la gente ni de las mayorías
Este mes de junio parece que va a ser interesante. Mes previo a elecciones y comienza el mundial. ¿Hay algo más importante? Dos de los grandes temas de la humanidad, política y futbol. Sólo nos falta la religión y estamos completos. Pero es que sí sabemos que nuestro mundo se va casi a paralizar por unos días. Aunque me parece que el futbol nos va a salvar de no cortarnos las venas con los temas políticos.
De España ni hablo, porque aún no he digerido si lo que está pasando es un sueño, pesadilla o fruto de una imaginación digna de NETFLIX. Así que agarremos fuerte la bandera y a camiseta y a tararear el himno, que será lo único que tengamos en común los habitantes de mi país por ahora y por mucho tiempo.
Aquí, en México, también la selección y ponte la verde nos va a tener entretenidos mientras llega el momento de votar y desvelar qué pasará. ¿Esto es pan y circo? Es muy probable, pero hay momentos en la vida que uno ya está más que harto de tanta objetividad y pensamiento profundo. Si gritando y haciendo la ola se nos quita un poco de esta presión pues bienvenida sea.
Yo de momento he decidido no ver noticias de España mientras este gobierno de refritos recién creado se sigue fabricando a sí mismo. No quiero saber. No quiero ver. Lo que pase pues bueno, no seré yo quien lo pueda cambiar al menos hasta que llegue el momento de votar que esperemos sea pronto.
Será la edad o los acontecimientos cercanos, pero es que no confío nada en el buen juicio de la gente ni de las mayorías. Muchas veces, mucha gente es totalmente un desastre. Así que a ver qué ocurre y que salen de las futuras elecciones para lo local y lo nacional.
Y en vista de este panorama, quién puede culparnos si estamos más emocionados con el México vs Alemania, con la boda de Harry y Megan o con la serie que me acaban de recomendar. A alguien le puede extrañar si prefiero hacerme una bolita y pasar todo el tiempo libre que tengo viendo historias ajenas que nos hacen soñar o temblar, pero que además no son reales, así que toda esa emoción es momentánea y te permite sobreponerte en el tiempo que dura un click en el mando a distancia.
Renuncio a tanto realismo, sólo si es mágico, a tanta verdad, objetividad y no sé cuántas cosas más. ¿No es genial esa frase de “Dime que me quieres, aunque sea mentira”? Pues es que quizás llega un punto en el que sabes que nada es totalmente verdad, así que me quedo con las versiones amables y menos agotadoras.
Por eso este junio estoy más que lista a pintarme de rojo con MI ROJA, de verde con LA VERDE, y a esperar el paso al cambio de gobierno como si no pasara nada. A seguir trabajando, a seguir preocupándome de hablar con mis padres 20 veces al día, sólo para decirles que hace tanto calor como hace 3 horas… esas cosas que dan equilibrio y sentido a la vida.
Si fuéramos normales esperaríamos las vacaciones de verano para cargar la pila y recobrar la cordura, pero como vivimos al ritmo de un lugar turístico, trabajaremos sin respirar de aquí a cuando Dios quiera, bajo el peligro de ser locos peligrosos con este calor que hace que las neuronas mueran a la velocidad de la luz y la mala leche vaya aún más rápido. Cosas de la exposición a la humedad extrema.
Y para acabar ¿puede alguien explicarme a qué hora sale uno a caminar en junio para liberar la tensión muscular y mental? Muy temprano es de noche, muy tarde también, y en las 12 horas del medio te cueces sin remedio solo con la acción inocente de pestañear al aire libre…
Ese sí que es un tema complicado de solucionar, casi tanto como saber quién ganara el 1 de julio y el mundial.