Igualdad en tendencia
“La tendencia va a la igualdad”, lo escuché de la periodista Lourdes Mendoza, durante el XVII Encuentro Internacional de Periodistas de la Universidad de Guadalajara.
En ese momento la periodista estaba exponiendo la serie de humillaciones y falta de apoyo de sus colegas que vivió hace tiempo, mientras ejercía su profesión en un evento. Todos sus gestos y voz iban perfectamente alineados con la historia que compartió a una audiencia virtual.
En esa conversación estaban más invitados, pues el tema central era “Periodistas construyendo su propia plataforma”, particularizando en los medios electrónicos donde nacen y mueren infinidad de redes sociales que permiten el intercambio de ideas en el ciberespacio.
Se intercambiaron percepciones, retos y las oportunidades que han encontrado en su corto camino como periodistas en las redes sociales. Porque también están bastante activos en medios de comunicación digitales, periódicos de envidiable historia y con gran cantidad de lectores diarios.
Pero el tema de este encuentro virtual no era ese, no daba para nombrar los grandes medios de comunicación que ya tienen presencia en internet y en los cuales todos los periodistas invitados tienen un privilegiado espacio para sus redacciones.
Este ejercicio de escuchar a periodistas sobre su labor diaria es más que interesante, porque a esta profesión el crimen y la injusticia le roban mucho protagonismo.
Pues Lourdes Mendoza aprovechó para defender la voz femenina en un mundo masculino periodístico, como casi todos, aun cuando estamos en una época mucho más moderna e incluyente.
Ciertamente con las redes sociales se ha vuelto más democrático el mundo, al menos en ese espacio cibernético. Ahí donde las voces son más fuertes cuando las palabras construyen un enorme bloque para defender un ideal.
El periodista que tenga la oportunidad de construir su propia plataforma goza de mayor libertad de expresión; es compartir una visión más apegada a sus ideales personales, sin considerar una línea editorial ajena, sin cortar palabras, sin reducir espacios ni omitir información.
Aun así varias periodistas recienten la misoginia en las plataformas digitales, lo que significa que ese primitivo defecto social sobrevive en esta moderna época, y se insiste en desacreditar la capacidad y habilidades de una mujer.
Con optimismo -más que con recelo- un gran ejército de mis congéneres trabaja sin descanso para cumplir sus sueños y en la compañía de los hombres, pero solo de aquellos que merecen el respeto y admiración mutua.
Hay muchas razones y evidencias para sustentar la frase que llamó mi atención: “la tendencia va a la igualdad”. Es cuestión de tiempo para que el cambio generacional empuje roñosos tabús y renuncie en su totalidad a las actitudes tóxicas para que se viva la ansiada trasformación social.
Después vendrán más retos, pues en la diversidad de pensamientos, emociones, diferencias y coincidencias, igualmente radica la unidad; de ahí parte todo, aunque se piense lo contrario.
Por eso se anhela un futuro sin cuestionar la mente femenina y separada de las aportaciones de una masculina. Y en este largo camino será importante aprender que la diversidad nos hace más fuertes.