Historias de un México Ancestral en el restaurante Gaviotas
Por: Miguel Ángel Ocaña Reyes
intitulada Historias de un México Ancestral efectuada en el restaurante Gaviotas del hotel Sheraton Buganvilias, donde el chef Antonio Reyna acompañado de todo su equipo, encabezado por el chef patrón, Johanam Rojas y la chef pastelera Julieth Hernández, ofrecieron una magnífica muestra gastronómica en la que el misticismo y los sabores lejanos se hicieron presentes en cada una de los exquisitos platillos que se presentaron.
Como en cada ocasión en que se presentan cenas temáticas en el restaurante Gaviotas, cada uno de los platos contó una historia, y en esta ocasión fue un tributo a los fieles difuntos a través de un periplo de ocho tiempos en los que se puso de manifiesto la tradición gastronómica de las cocinas mexicanas, con elementos identitarios que dejaron a los comensales un agradable sabor de boca.
La cena dio inicio con una espectacular catrina, talento de Alejandra Gómez, quien dio la bienvenida a los comensales, mismos que se mostraron gratamente sorprendidos con tan espléndida muestra de arte, y que aprovecharon para tomarse una fotografía para recordar.
Posteriormente dio inicio el periplo de sabores, abriendo la cena un humilde pero exquisito tamal servido en un delicioso caldo que se ofreció en agradecimiento al Dios Condoy y para honrar a la vida.
El segundo tiempo fue una ensalada de hojas verdes, fruta en escabeche y tejocote en dulce que se ofreció en una armoniosa presentación. Posteriormente, se sirvió un caldo de piedra, plato ancestral que se sirvió de singular manera haciendo honor a Oaxaca y sus platillos.
Los platos fuertes
El cuarto plato, un robalo laqueado sobre mole rosa con texturas de betabel y arroz púrpura, fue un verdadero regalo para la vista por su excelente presentación, misma que se completó con una combinación de exquisitos sabores que llenaron el paladar de texturas dejando un agradable sabor de boca.
Más tarde, fue una sorpresa para los comensales la presentación del cordero, mismo que se preparó al estilo barbacoa y cuyo envoltorio de barro se resquebrajó con un mazo, dándole una especial atractivo que fue del total agrado del público presente, y que se emocionó completamente al probar el platillo cocinado a la perfección, y cuyo significado fue el ciclo de la vida, para celebrar y conmemorar el camino que todo mortal recorre.
El postre
Como una pausa para el espectacular cierre, se ofreció refrescante sorbete de naranja agria que limpió el paladar, y que dio paso a un magnífico postre, una calabaza en tacha, magnífica propuesta de Julieth Hernández que obsequió a cada uno de los paladares una experiencia excepcional, no solamente por su exquisito sabor y equilibrio, sino también por su agradable presentación.
La conclusión de la cena fue un regalo para la memoria y el corazón, un tradicional buñuelo que servido con café, dejó en los asistentes una grata satisfacción por tan completa experiencia gastronómica.
El colofón de esta espectacular cena, fue el agradecimiento y reconocimiento a todo el personal de cocina, que se lució como siempre, y dejando en claro por qué el restaurante Gaviotas es una de los mejores en la ciudad por su propuesta gastronómica de la más alta calidad.