Fortalecer nuestro legado
Red Interna / Humberto Famanía Ortega
Un pueblo que tiene memoria, es aquel que reconoce el trabajo de quienes nos han antecedido en la prosperidad de nuestra tierra bendita Puerto Vallarta Jalisco. Para un municipio como el nuestro, que posee múltiples recursos naturales y que a sus pobladores se les reconoce como hospitalarios, y cuyas metas y objetivos se funden para lograr estabilidad.
Es difícil mantener actitudes positivas cuando no existe congruencia en el decir y el hacer, en pocas palabras, nos hacernos bolas. Saber que solamente caminaremos juntos cuando nuestros propósitos nazcan con un sentido responsable y humano.
Quienes nos consideramos hijos bien nacidos de este destino turístico, debemos ser más conscientes de nuestras costumbres y tradiciones para adquirir el sentido de pertenencia y mostrar el orgullo por nuestra tierra. Lo más importante es cuidar nuestro entorno, mismo que nos da la garantía de que siempre estaremos unidos para afrontar cualquier circunstancia adversa a nuestra actividad turística. Somos creados para rendir tributo a las bondades que el Creador nos otorgó, y por tal motivo preservar la flora y la fauna en su exacta dimensión es nuestra responsabilidad.
Progreso es una palabra que lleva un muy profundo su significado, y consiste en buscar la medida exacta para obtener, tanto en lo material y espiritual, una línea ascendente que nos eleve a conseguir mejores estadios de vida. La educación es un elemento muy importante que nos ayuda a apreciar mediante el estudio y la urbanidad, el ser mejores personas para que podamos convivir en comunidad, haciendo cada uno de nosotros las actividades que nos gustan, y que de alguna manera dominamos para beneficio personal y colectivo. Siempre bien enfocados para no distraernos de nuestro objetivo principal, que es el bienestar creciente y armónico, así nuestra comunidad prevalecerá siempre vigente.
Creo que el principal motivo de quienes nos gobiernan en este paradisiaco lugar de nuestro amado Puerto Vallarta Jalisco, estará en rescatar la unidad de todos los vallartenses, más si nos gobierna una pata salada autentico. En muchos lugares de México, hacen falta caminos de paz que lleven a cicatrizar muchas heridas, es por eso que el principal legado seguirá siendo nuestra propia seguridad en todos los aspectos, convirtiéndonos en artesanos de paz dispuestos a generar procesos de sanación y de reencuentro con audacia e ingenio.
Nos encontramos ante una realidad que nos hace actuar con mucha inteligencia, sabedores que en toda la historia de la humanidad han surgido conflictos y desacuerdos que originan guerras, este tiempo no es la excepción, vemos que en varios lugares no se ha logrado superarlos.
Vemos con mucha tristeza que las relaciones humanas se deterioran cada día más, nuestros principios morales elementales serían los elementos importantes para encauzar nuestras conductas hacia una prosperidad compartida para lograr la armonía en nuestra comunidad.
Hablando de esa unidad, sabemos que es una tarea que no admite tregua, es muy urgente consolidarla, ya que se requiere comprometerse en serio, colocando en el centro de nuestras atenciones a la persona humana y su dignidad, y juntos buscando el bien común.
- Todo esto exige principalmente, abandonar todo deseo de venganza y la búsqueda de intereses personales, por eso es muy importante el empezar con: Reconstruir la dignidad de las personas.
- Practicar la paciencia y la comprensión para evitar la agresividad
- Perdonar sin renunciar a los propios derechos.
- Quitar de nuestras mentes el odio y la venganza, reconociendo que la unidad es superior al conflicto.
- No alimentar en nuestras mentes falsas ideologías que olvidan la dignidad humana.
Juntos hagamos historia dejando un camino con rumbo cierto para quienes seguirán forjando esta tierra prodigiosa.