Fiestas patrias, pirotecnia y ¿pérdida auditiva?

La Organización Mundial de la Salud (OMS), señala que el estruendo de la pirotecnia alcanza hasta 190 decibeles, lo cual llega a ocasionar pérdida auditiva.

Llegó septiembre, con él las festividades patrias y la algarabía acompañada de música a todo volumen, el ruido de la celebración y los estruendos de la pirotecnia, sonidos intensos que, con la exposición directa, podrían ocasionar daños irreversibles en el oído.

Y es que la pirotecnia es el complemento de las celebraciones en todo el país, pues llena de color el cielo nocturno y el sonido extremo envuelve las calles, pero también viene acompañada de otros factores polémicos, entre los que podemos resaltar la contaminación auditiva que provocan los estruendos de las explosiones. MED-ELlíder en soluciones médicas auditivas, asegura que una persona tiene la capacidad de tolerar volumen de hasta 90 decibeles sin ocasionar hipoacusia, arriba de esta frecuencia podría dañar permanentemente al oído.

El sonido de los cuetes, el volumen alto de la música y el bullicio de la gente durante la festividad, todo en conjunto, aumentan aún más los decibelios que perciben las personas. La OMS, señala que el estruendo de la pirotecnia puede alcanzar hasta 190 decibeles que es mucho más de lo que el oído adulto soporta, en tanto que los bebés son más vulnerables y están expuestos a lesiones auditivas más profundas.

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Los sonidos agudos que emiten los cuetes o fuegos artificiales llegan a provocar diversos tipos de traumatismos auditivos como: traumatismo acústico agudo, el cual se produce cuando hay una exposición a un ruido único de muy corta duración, pero de muy alta intensidad, el cual puede causar hipoacusia temporal o permanente; traumatismo acústico crónico, es la pérdida auditiva continua, se desarrolla de forma gradual a lo largo de los años.

“Es importante mencionar que la exposición a decibelios altos puede generar un trauma en el oído, que induce al deterioro inmediato y permanente en el oído medio y el oído interno. El sonido ingresa de una forma intensa en los oídos dañando la estructura interna y las células encargadas de enviar información, provocando pérdida auditiva.”, señala Dr. Fernando Díaz Rojas, médico y gerente de MED-EL México.

Además de disminuir la audición, la hipoacusia provocada por un traumatismo acústico agudo también produce lesiones que afectan el equilibrio, causando síntomas como inestabilidad, dolor y sangrado de oído, que pueden ser unilateral o bilateral, dependiendo del tipo de lesión y la sensibilidad aumentada a los sonidos habituales.

Al detectar anomalías en la salud auditiva es fundamental acudir al especialista de forma oportuna, pues solo ellos podrán indicar el tratamiento adecuado, que va desde auxiliares auditivos hasta implantes cocleares. Una vez que se tiene un diagnóstico, el seguimiento es fundamental para lograr que la vida de los pacientes tenga calidad y sea más amena. 


Acerca de MED-EL

MED-EL, líder en soluciones auditivas, está impulsada por la misión de superar la pérdida auditiva como una barrera para la comunicación. La empresa privada con sede en Austria fue fundada por los pioneros de la industria Ingeborg y Erwin Hochmair, cuya investigación innovadora condujo al desarrollo del primer implante coclear multicanal (IC) microelectrónico del mundo, que se implantó con éxito en 1977 y fue la base de lo que hoy se conoce como el implante coclear moderno. Esto marcó un precedente para el crecimiento exitoso de la compañía en 1990. Hasta la fecha, MED-EL ha crecido a más de 2,300 empleados en todo el mundo y 30 oficinas directas.

La compañía ofrece la más amplia gama de soluciones implantables y no implantables para tratar todo tipo de pérdida auditiva, lo que permite a las personas en 134 países disfrutar del don de la audición con la ayuda de un dispositivo MED-EL. Las soluciones auditivas de MED-EL incluyen sistemas de implantes cocleares y de oído medio, un sistema combinado de implantes auditivos de estimulación electroacústica, implantes auditivos de tronco encefálico, así como dispositivos de conducción ósea quirúrgicos y no quirúrgicos