Esencia mexicana
Red Interna / Por: Humberto Famanía Ortega
Nuestras creencias y tradiciones superan a los liderazgos actuales, porque en ellas existe esencia y fervor. Actualmente, el hombre y la mujer se convierten cada vez más en objetos comerciales en el mercado, sobre todo en el ámbito de las personalidades, olvidándose de los valores humanos.
Debemos prestar gran atención a nuestra identidad, aquello que nos define y que realmente tiene valor, pues poco a poco se va perdiendo al construir un mundo material cuya realidad supera incluso nuestros sueños.
Los afectos profundos que realmente existían hoy en día tienden a desaparecer, y lo peor es que ni nosotros mismos, ni los demás, nos percatamos de ello. Esto nos lleva a un vacío donde el cariño se va extinguiendo, producto de la débil comunicación y las malas relaciones con los demás y con nosotros mismos.
Todos los días, los gobiernos formulan planteamientos firmes con el fin de lograr metas y objetivos que nos lleven a estrategias para resolver problemáticas sociales. Sin embargo, estas no se solucionan debido a la falta de consenso en los planes y programas. Como resultado, se genera una desconfianza absoluta y se desvían los propósitos.
Los abismos entre los países pobres y los poderosos se agrandan cada vez más. En nuestra nación, la riqueza está monopolizada y debe distribuirse equitativamente para lograr bienestar común y equilibrio tanto material como emocional. De lo contrario, estos errores económicos los pagaremos a un costo muy alto en un futuro no muy lejano.
Renacer a una vida colectiva donde reine el espíritu de la solidaridad y el respeto por la vida nos hará seres conscientes. Esto permitirá fomentar el trabajo organizado, las sanas costumbres y, sobre todo, el fortalecimiento de nuestra familia y comunidad. Todo ello nos conducirá a beneficios reales y sostenibles.
Deseo plasmar en mis palabras el anhelo de reencontrarnos con nuestras raíces, de que los recuerdos bellos de la infancia se reflejen en nuestro quehacer cotidiano. Que nuestro pensamiento se oriente hacia nuevas metas, siempre buscando el respeto hacia los demás. Que el trabajo sea el instrumento principal de la producción, que la convivencia con nuestra familia y vecinos sea sana y cordial, y que el amor a nuestra tierra se mantenga con lealtad inquebrantable.
Por eso, siempre me digo que debemos trabajar unidos. Reunirse en equipo es el principio; mantenerse en equipo, el progreso; y trabajar en equipo nos lleva, precisamente, al éxito.