En la búsqueda del mejor
Hablemos en serio / Javier Orozco Alvarado / Investigador de El Colegio de Jalisco, A.C.
El pasado 15 de mayo el actual Secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard Casaubon, recibió del Instituto Nacional de Administración Pública (INAP) el doctorado honoris causa por su trayectoria de 42 años como funcionario público.
En la ceremonia de entrega de tal distinción, el presidente del Consejo Directivo del INAP destacó que este reconocimiento es por su trayectoria basada en el servicio y la congruencia, por su integridad, reputación y talento. Destacó también, que el canciller ha tenido la responsabilidad de fomentar el progreso en momentos de cambios profundos y de incertidumbre económica y social como la que el contexto mundial está dictando.
Añadió, que muchas han sido las tareas en las que ha servido y en todas ha demostrado su eficacia y su destreza, trátese del gobierno de la ciudad, del manejo de las relaciones exteriores de México; o de tareas de emergencia nacional, tales como la obtención de insumos y vacunas en medio de la grave crisis de salud pública.
En su intervención de agradecimiento, el Secretario de Relaciones exteriores, destacó que “la Administración Pública es el compromiso con tu pueblo, con tu país y con su grandeza”; dijo, “tenemos que aumentar el valor de nuestra economía; ser autosuficientes en vacunas, en medicamentos. El futuro de México no es compatible con la pobreza que tiene el país, tenemos que reducir la pobreza extrema… por eso participo en la Cuarta Transformación, porque esa es la causa que nos anima, que nos motiva”.
A decir verdad, no es la primera ocasión que el canciller recibe un merecido reconocimiento por su trayectoria y sus destacados resultados en los cargos públicos que ha desempeñado a lo largo de su carrera política. De hecho, siendo jefe de gobierno del D.F. recibió el reconocimiento como “el Mejor Alcalde del Mundo 2010” de parte de la Fundación City Mayors y, más recientemente, el premio “Persona del Año 2021” por parte de la Fundación Arms Control de los Estados Unidos.
Sin lugar a dudas, tanto Marcelo Ebrard como los demás aspirantes de Morena a la candidatura por la presidencia, tienen la capacidad para dirigir y continuar con la transformación de México. Y precisamente, en estos momentos se requiere un presidente que tenga un amplio conocimiento de los escenarios a los que se enfrenta nuestro país en la geopolítica internacional; especialmente en un entorno de hostilidad de Estados Unidos hacia nuestro país. Un presidente que conozca ampliamente el entorno económico y político internacional, especialmente con el T-MEC y el nuevo orden económico mundial; con amplia experiencia en el terreno de la seguridad interior, en el manejo medioambiental y los derechos humanos.
Se requiere de un candidato con la experiencia, la capacidad y el compromiso de atender las necesidades de todos los sectores económicos y sociales, principalmente para sacar de la pobreza a cerca de 60 millones de mexicanos, e impulsar un proyecto que le permita al país ampliar significativamente su clase media para mejorar nuestra calidad de vida y nuestra capacidad de crecimiento.