El simple hecho que separa a un “líder” de un “jefe” cualquiera
Empresa Familiar / Por C.P.C. y M.I. José Mario Rizo Rivas
Cuando has hecho lo que te toca, apenas vas empezando.
“La iniciativa es hacer lo correcto sin que te lo pidan”. Víctor Hugo
Si todos hiciéramos lo que nos toca, pronto todo estaría en su lugar. Nuestros hogares y nuestros negocios estarían en orden. La ciudad y el planeta estarían como deberían. Pero ¿esto sucede? ¿Todos hacemos lo que debemos? ¿Nos falta algo de aportar? ¿Podríamos hacer más?
Un viejo cuento habla de un sabio rey que un día dejó una gran piedra en un camino muy transitado. Esta no dejaba pasar a los transeúntes que día a día pasaban por ahí. Al toparse con la gran roca, todos la rodeaban por un lado o por el otro, hasta que un mercader decidió detenerse y empujar la piedra para sacarla del camino. Para su sorpresa, debajo de la piedra se escondía una bolsa llena de monedas de oro. “Para el que se tome la molestia de quitar la piedra del camino”, decía la bolsa.
Me pregunto, ¿qué habría sido de los personajes de esta fábula sin la persona que se decidió a detenerse y quitar la piedra? No pareciera que fuera su trabajo. Vaya, quitar las piedras del camino no pareciera ser trabajo de nadie. Y, sin embargo, la piedra estorbaba, los transeúntes la rodeaban y se quejaban, pero la situación simplemente no cambiaba.
Jefe y líder
Quizás hayas visto ya imágenes en redes sociales que comparan a un “jefe” y a un “líder” dando a este último características más positivas que al anterior y, muchas de estas, tienen que ver con que el líder decide hacer más que lo que le toca. En una organización, la función de los superiores suele ser la de asegurarse que se hagan las cosas, supervisa desde arriba y premia o castiga como sea el caso. Un líder no. Un líder supervisa y actúa; observa desde arriba y baja a donde haya piedras que pueda mover. Un líder se involucra en los procesos diarios y cotidianos y en los complejos y extraordinarios. Un líder hace que las cosas sucedan.
Con esto, sabemos que los líderes no necesariamente se hacen líderes obedeciendo a alguna jerarquía. En su lugar, los líderes se desarrollan a través de su ojo clínico y su iniciativa para actuar. Porque no basta saber. Todos sabían que la piedra no debería estar ahí, pero solo una persona tuvo la iniciativa, convicción y seguridad para hacer lo que debía hacerse.
No puedo asegurar que esta seguridad e iniciativa sea aquello que separa a los empresarios exitosos de los que no lo son, pero sí puedo decir que es un requisito indispensable para llegar a esa posición. Una de las cualidades más comunes e importantes de un líder es la iniciativa. Así que, si quieres ser un buen líder, debes adoptar un enfoque proactivo.
Enfoque proactivo
Si te das cuenta de que algún proceso en la empresa puede mejorarse, por ejemplo, un proceso de comunicación o el sistema para entregar la mercancía, o mejorar el servicio al cliente no esperes a que alguien más lo note y haga algo al respecto. Toma tú la iniciativa y sugiere cambios.
Si ves que las cosas se pueden hacer de manera más eficiente, haz un reporte con datos que respalden tu proyecto o idea y enséñaselo a tus directivos o al consejo de administración de la empresa.
Con ser proactivo y tomar la iniciativa demostrarás, que estás listo para asumir el control y tener más responsabilidades, además, te puede ayudar a seguir progresando en tu plan de carrera.
Con esto no estoy diciendo “no necesitas equipos” o “haz tu trabajo y luego el del resto”. No. Lo que quiero decir es que debemos ampliar nuestro sentido de responsabilidad para que este no solo abarque lo inmediato y lo obvio en una descripción de puesto. En su lugar, la nueva responsabilidad que buscamos tiene el objetivo de tener la visión y el empuje para hacer lo que sea necesario para lograr el objetivo último de ese proyecto, ese equipo, ese negocio o lo que sea.
Ya que, como se vuelve costumbre en mis reflexiones, encuentro que lo que es positivo para el crecimiento de un negocio, suele ser positivo para otras esferas de la vida: para la familia, para las relaciones, para todo… Si haces lo que te toca, tendrás pendientes cruzados en una lista, pero si haces aún más, simple y llanamente, tendrás más. Desarrolla tus habilidades de liderazgo, liderando, así de sencillo. Sé el líder que quieres, sin importar el puesto que tienes en la empresa. Si tus acciones inspiran a los demás a soñar, aprender y hacer más; eres un líder.” John Quincy Adams