El placer de ser docente
La actividad docente nos íncita de manera cotidiana a trascender
Educación y parentalidad
Si estas planeando para un año, planta arroz;
Si estas planeando para una década, planta árboles;
Si estas planeando para una vida entera, planta educación.
-Proverbio chino.
Para muchos de nosotros la actividad docente llegó de manera accidental. Sin embargo, ello ha significado una actividad que ha cambiado nuestra forma de ver y enfrentar la vida misma. Y es que resulta que cuando iniciamos a trabajar como maestros, sin ser nuestra principal vocación de vida, aprendimos que es todo un arte y un reto personal, transmitir y tratar de transformar a otra persona, el reto es mayor.
Placer por dar
Tengo que insistir que esta noble actividad cuando no es planeada y llega a la vida de uno como parte de la actividad laboral, parte repaso profesional y se va convirtiendo en un compromiso moral para con los educandos, se torna en un placer indescriptible para quienes no lo contemplábamos como opción de vida. El saber que alguien te pregunta y puedes transmitir y modificar concepciones, aprendizajes e incidir en capacidades es en verdad un placer.
Aprender del alumno
Independientemente de dicho placer, eventualmente o mejor dicho, de manera cotidiana, el alumnos igual instruye y enseña, no subestimemos la capacidad y los conocimientos que puedan tener los alumnos, y de los cuales igual los docentes nos podemos y de hecho lo hacemos, nos nutrimos de forma cotidiana. Claro está que si nuestro “Narciso” interior nos traiciona, ello puede ser evidencia de falta de preparación o hasta reflejar ciertas fisuras de inseguridad. Para ello la mejor solución es actualizarse de manera cotidiana y saber que más que competencia, es obligación ejercer la docencia con la autoridad del que sabe, no del que impone.
Conciencia de trascender
Ahora bien, en un plano más serio, la actividad docente nos ínsita de manera cotidiana a trascender. Cuando los maestros entendemos que estamos despertando conciencias en los alumnos que así lo desean, nos sentimos complacidos y es alimento el observar sus caras de asombro o al menos de beneplácito cuando logran aprender algo que evidentemente les hemos enseñado. Claro está que hay algunos otros alumnos que significan un poco más para nosotros y los llevamos siempre en el corazón, yo me siento afortunado que a lo largo de ya casi 30 años he podido conocer gente increíble y lo sigo haciendo. Nuevos alumnos que despiertan y motivan las ganas por enseñar y hacer personas de bien.
Crear vínculos
A veces esos vínculos son de duración indefinida, en lo personal tengo una exalumna que es mi comadre y una lista algo grande de exalumnos regados por diversos países con los cuales sigo manteniendo contacto, ahora gracias a la maravilla de la tecnología. En lo particular también un grupo de exalumnos y alumnos que son como hijos e hijas, no puedo mencionar a ninguno por temor a que alguien me falte y se pueda sentir menospreciado, pero la verdad es que para mí cada uno merecen y generan un gran respeto y motivación hacia o que hago como docente.
Reflexión final
En muchos países del mundo la actividad docente y los maestros en general son vanagloriados y uno entiende tal actitud cuando vemos que dichos pueblos reconocen esta labor como fundamental en la transformación de mejores ciudadanos y mejores formas de hacer las cosas.
En cierto frontispicio de una universidad se leía: “si quieres acabar con un pueblo, ataca su educación escolar, a la larga no habrá buenos ingenieros, médicos, arquitectos, administradores y el pueblo colapsará…” toda proporción guardada, a veces es el temor de quienes nos tomamos con cierta seriedad el trabajo docente, y de igual manera, observamos como profesores de niveles inferiores al que estamos atendiendo y no se tomaron bien su rol docente.
Vienen tiempos convulsos, de cambio, de reflexión y decisiones difíciles, es mejor estar preparados y preparar a la gente para que sean los mejores profesionistas en lo que hagan, finalmente la responsabilidad de igual manera será compartida con sus maestros, con todos ellos. Felicidades a todos mis colegas y que pasen un buen día.