El momento Gutenberg de la atención médica en la actualidad

Medicina Familiar / Dr. Marco Antonio Inda Caro / Médico de Familia

Si la IA se implementa en la atención médica, dejaremos de ser clínicos para pasar a ser imprudentes y carentes de pericia

El sábado, la aseguradora internacional me envió un mensaje solicitando una videoconsulta. Se trataba de un colombiano con un cuadro gripal franco.

—¡Aló, doctor! ¿Cómo está? —me saludó con acento colombiano.

—Bien, ¿y usted? Dígame, ¿cuál es la molestia?

—Fíjese, doctor, que desde ayer tengo un fuerte dolor de cabeza y fiebre. Me auto mediqué con ibuprofeno y paracetamol, mejoré, pero quiero que me revise y la aseguradora me dijo que con una videoconsulta se podía arreglar.

La caída del Imperio Romano, el descubrimiento de América y la imprenta (inventada por Johannes Gutenberg) han sido las mayores invenciones, lo más cercano a la inteligencia artificial (IA). Si la IA se implementa en la atención médica, dejaremos de ser clínicos para pasar a ser imprudentes y carentes de pericia, lo que son hasta ahora los mayores promotores del error médico en las demandas contra el sector salud.

—¿Puede alguien enfocar su garganta para verla? —le pedí. A pesar de los intentos, no pude ver con claridad. Sin embargo, un cuadro gripal posterior a fiebre y cefalea (dolor de cabeza) es la semiología clásica de una gripe. Según los Criterios de Centor para amigdalitis y uso de antibióticos, está claro que con congestión nasal y tos se descarta la prescripción de antibióticos.

El paciente iba sentado en la parte trasera de un carro y me dijo:

—Quiero que me vea rápido porque voy rumbo al aeropuerto de regreso a Colombia y aquí, en la Ciudad de México, no hay buena cobertura en los alrededores.

El paciente se encontraba un poco apurado, convencido de que la videoconsulta no iba a funcionar. Le aseguré que lo que tenía era un resfriado común: en ese momento ya no tenía fiebre ni dolor de cabeza, solo congestión nasal y dolor de garganta debido a la activación de la cadena ganglionar de su garganta. Por tal motivo, solo necesitaba un antigripal.

En unos años, al pasar una tarjeta por un lector, aparecerá en una pantalla un doctor o doctora, según el sexo que se prefiera, eligiendo color de pelo, con o sin bigote, con o sin uñas, con las cejas depiladas (como muchos médicos varones que conozco) y la edad que uno guste. Al fin y al cabo, según la IA, la experiencia no va a influir. ¿Qué va a pasar si el paciente presenta una verruga acuminada en la úvula (campanilla en la garganta)? O ¿Cuándo las mujeres se quejen de un flujo vaginal? ¿O simplemente le pidan a la pantalla: “Mira, tócame aquí, siento una bolita en la ingle izquierda, cerca del testículo izquierdo”? Si el testículo no se retrae (por el reflejo cremastérico), la retracción cefálica del testículo al tacto con la mano en la cara interna del muslo del mismo lado es signo de bienestar. Lo contrario podría tratarse de una torsión testicular. ¿Me entendieron?