El lenguaje inclusivo con “E”

Hablar del lenguaje inclusivo es una tendencia en el mundo hispano
Roberto Franco Briones Consultoría en Imagen Pública ICONOS

Hablar del lenguaje inclusivo es una tendencia en el mundo hispano, algo que pone en evidencia el creciente respeto a la diversidad de género, pero que también ha hecho que mucha gente se confunda en su correcta utilización.  

Hoy explicaré la forma adecuada de usar la “e” que muchos han propuesto en beneficio de la inclusión y también la postura de la Real Academia de la Lengua Española (RAE) respecto a esto.  

Para poder explicar el uso de la “e” es importante entender que es un movimiento iniciado en Estados Unidos y que tiene que ver con aquellos que se definen como “them”, es decir, para las personas no binarias.  

Muchos se preguntarán, ¿qué es una persona no binaria? Aquel que no se definen como hombre o mujer, simplemente ser humano y con quien debemos utilizar pronombres neutros e identificarlo como “elle”.  

Es para estas personas que se propone cambiar compañero por compañere, alumno por alumne o amigo por amigue. 

También está la postura de la RAE, que dice que “el uso de la letra “e” como supuesta marca de género inclusivo es ajeno a la morfología del español, además de innecesario, pues es masculino gramatical y ya cumple esa función como término no marcado de la oposición de género”. 

Es decir, la tradición del español es referirnos hacia un grupo en donde hay todo tipo de seres humanos como amigos, compañeros o alumnos para reconocerles.  

¡Ojo! No se desanimen aquellos a favor de la “e”, la RAE ha dejado el camino abierto para cuando realmente sea parte de los usos y costumbres del colectivo.  

¿Qué se puede hacer por mientras? ¡Respetar! Si una persona les comenta que se identifica como “no binario” o “elle”, no nos cuesta nada intentar adecuarnos. A continuación te explico cómo:  

En lugar de decir “a él le gustó más la camisa roja”, puedes decir “le gustó más la camisa roja”. En lugar de decir “no te pongas nervioso”, puedes decir “qué no te ganen los nervios.” 

Aquí la intención, es no ponerle género a la conversación, inténtalo, ¡sí es posible!  

Acuérdense que debemos ser empáticos y considerados con todos.  

Roberto Franco Briones 

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