El inicio de una nueva era
Medicina Familiar / Dr. Marco Antonio Inda Caro / Médico de Familia
Hace unos días la OMS decidió poner fin a la pandemia de Covid-19, con una cuarentena de 3 años, hay personas que todavía no quieren salir sin cubre bocas, y otras que retomaron las aplicaciones de las vacunas, sin duda fue lo mejor que quedó de enseñanza.
Ya los pacientes con síntomas de covid, pueden entrar y salir con toda comodidad a cualquier parte o sitio, sin que se le niegue la atención. Ya inició lo que el Dr. López-Gatell pronunciaba como la “inmunización activa y pasiva”, ahora, lo que no se sabe es qué va a pasar con aquellas personas que no se vacunaron, y/o qué va a pasar con aquellas que se vacunaron de forma parcial, si el covid llegó para permanecer y modificarse, ¿Ahora qué sigue? Lo que sigue es una nueva era que se asocia con un golpe duro a los países industrializados o con dinero, “las drogas volátiles”. Dentro de lo malo, las nuevas drogas sintéticas y la mezcla de estas drogas con la vida sexual.
El inicio de una nueva era con drogas volátiles, y una nueva pandemia de jóvenes con nuevas enfermedades mentales, irreversibles por los daños permanentes, neurológicos y psicosociales que van a traer como consecuencias por el acceso, los costos, y los efectos que ocasionarán al cuerpo por el contenido de estas, y finalmente un daño a las familias de los usuarios.
Las nuevas enfermedades asociados a la sexualidad, un ejemplo fue al inicio de los 80s, cuando el SIDA dejó claro a lo que venía; falta una enfermedad que combine la actividad sexual y el uso de nuevas drogas sintéticas que reagrupen las enfermedades de transmisión sexual y las asociadas a daños cerebrales entre los jóvenes.
Por otro lado, lo bueno que nos ha dejado este proceso de pandemia que ha sufrido la población, ha sido una ola de concientización sobre la importancia de la salud mental. Con la cuarentena, la rutina y cotidianidad de las personas se vio afectada de manera imprevista, los trabajos en casa y la escuela en línea trajeron consigo una desconexión dentro de la sociedad y sus diferentes grupos sociales, provocando así la intensificación o, en algunos casos, el brote de nuevos trastornos mentales como la ansiedad, pánico y fobia social.
El aislamiento y la pérdida de rutinas contribuyó a crear una población consiente, que ha puesto su salud mental por encima de todo. Y el internet al ser el medio de comunicación más relevante durante este duro proceso, ha sido clave para ayudar a la difusión de información y campañas a favor de la importancia de la salud mental.
Jóvenes y adultos se han dado cuenta de que la mente es el centro de operación más importante de nuestro cuerpo, y si la mente no se atiende, puede causar heridas graves.
Es por eso que hemos entrado a una nueva era: con nuevos desafíos que amenazan a la salud y nuevos idearios que contribuyen a nuestra salud.