El Himno de Puerto Vallarta – Introducción

Debido a los aniversarios de la constitución del municipio de Puerto Vallarta y de su cambio de nombre, acontecidos en 1918, así como de su elevación a la categoría de ciudad en1968, venimos analizando en esta columna los símbolos que manifiestan oficialmente la identidad política adquirida por nuestra comunidad en dichos acontecimientos.

En la entrega anterior se describió en detalle el símbolo oficial visible de Puerto Vallarta, que es su Escudo de Armas. Ahora nos ocuparemos del Himno, símbolo oficial auditivo.

Si el origen del simbolismo de los escudos tuvo lugar en la Edad Media, el de los himnos es más remoto y está ligado con las guerras entre Esparta y Mesenia, iniciadas en el siglo VIII a.C.

La primera fue ganada por los espartanos. Dos generaciones después, los mesenios intentaron la revancha, aprovechando un momento de debilidad militar de Esparta, que consultó al oráculo de Delfos, buscando orientación. La respuesta fue que, si querían ganar la nueva guerra, solicitaran a su rival Atenas un comandante. Los atenienses, de burla, les enviaron como generalísimo a Tirteo, un poeta tuerto y cojo.

Pero Tirteo resultó mejor que cualquier estratega. Sus ardientes cánticos enardecían a los espartanos y los volvieron invencibles en el combate, haciendo que las guerras mesenias se convirtieran en la fragua del poderío espartano en los siguientes siglos de la historia de Grecia.

Siguiendo el camino trazado por Tirteo, las naciones modernas han exaltado el patriotismo en sus himnos oficiales enfatizando el rechazo a la opresión, sometimiento y atentados contra su independencia, integridad, soberanía o existencia.

En consecuencia, la mayor parte de los himnos nacionales son cantos de lucha, que buscan motivar a los ciudadanos para que defiendan a la Patria contra sus enemigos, no obstante los sacrificios que sean necesarios, e inclusive hasta arrostrando la misma muerte.

Nuestro Himno Nacional Mexicano se escribió de acuerdo con esos lineamientos, apenas seis años después de la guerra contra los Estados Unidos, los cuales nos arrebataron más de la mitad del territorio con el que nacimos a la vida independiente. Ya antes, en 1829, habíamos experimentado un intento de reconquista por parte de España.

Por otra parte, el país estaba entonces escindido entre liberales y conservadores, ahondando la anterior ruptura entre unionistas y federalistas. La conducta dictatorial de las facciones ganadoras condujo a guerras intestinas, propiciando las intervenciones militares extranjeras. En ese ambiente de inacabable conflicto, la letra del Himno Nacional buscaba sostener la moral de los mexicanos.

El Himno Nacional, aunque escrito en el siglo XIX y en las circunstancias dichas, sigue teniendo vigencia para nosotros tanto porque su contenido moral y cívico trasciende el tiempo al ser inmarcesible, como porque las naciones siempre están amenazadas por la discordia interna y por los apetitos imperiales extranjeros. Por eso, en el siglo XIX padecimos varias guerras civiles de diversa intensidad, fuimos invadidos nuevamente por los Estados Unidos y tuvimos que participar en la Segunda Guerra Mundial.

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