El espíritu del león: Forja el carácter de tu empresa familiar
Empresa Familiar / Por C.P.C. y M.I. José Mario Rizo Rivas
Toda empresa familiar tiene retos y problemas: el carácter define la manera en que los enfrentamos, tanto el éxito como el fracaso.
“El carácter de cada hombre es el árbitro de su fortuna” Publio Siro
La empresa familiar tiene unas características y retos específicos, como son las relaciones entre propiedad y gestión, el relevo generacional, el poder, el control o los conflictos familiares.
Todos los seres humanos sabemos que no hay un camino de vida que no tenga obstáculos, retos, pasajes difíciles. Lo mismo sucede con el trabajo que realiza una empresa familiar a lo largo del tiempo: siempre se presentan momentos álgidos donde la organización, el equipo de trabajo y sus líderes son puestos a prueba. La forma en que una persona o una compañía enfrentan tales situaciones no siempre es la misma, como explica, con suma claridad, la siguiente historia:
Había una vez un reino donde vivían 3 leones y se buscaba a un nuevo monarca. La comunidad de los animales decidió que el león que llegara primero a la cima de la montaña más alta sería el nuevo rey. Aunque las 3 fieras pusieron su máximo empeño para alcanzar el éxito, ninguna pudo llegar a la meta. Los animales se reunieron para hallar una solución y el águila dijo: “Yo seguí muy de cerca a cada león en su camino y sé quién debe ser nuestro rey. Al terminar su intento el primer león dijo: ‘La montaña me ha vencido’. El segundo exclamó: ‘No puedo vencer a esta montaña’. Y el último, que debe ser el vencedor, dijo: ‘Volveré y derrotaré a esta montaña’”. Los animales estuvieron de acuerdo con el águila al darse cuenta de la fuerza que demostró el último león con sus palabras.
Ni el destino ni la suerte llevaron al león al triunfo: Su éxito lo forjó con su actitud, su determinación, su forma de enfrentar lo que parecía ser un fracaso. Esto es el carácter, una cualidad que conjuga el aprendizaje constante, la disciplina, el manejo de las emociones y comportamientos, entre otros aspectos que la hacen indispensable en el modelo de trabajo de una empresa familiar.
Forjar un carácter no es una tarea reservada para personas superdotadas o con dones especiales. Tener la actitud adecuada ante un reto comienza con la voluntad, es decir, el deseo de superarlo, adoptando una actitud que permita enfrentar una situación que exige lo mejor de una persona o de una organización. Si una empresa familiar tiene claros sus valores y sus metas, y los transmite con efectividad, ayudará a que su equipo de trabajo construya su carácter en el día a día, con la constancia, el esmero, la perseverancia, el anhelo de lograr cada día objetivos mayores.
Debemos saber que el carácter va más allá de ser exigente, estricto o ser inflexible, ya que el liderazgo debe inyectar a su organización un espíritu positivo, de aprendizaje constante: todos cometen errores y estos, incluso, son necesarios para aprender de ellos y poner a prueba nuestra capacidad de adaptación. Una organización debe buscar que todos los colaboradores se sientan cómodos para retroalimentar los procesos de trabajo, hacer observaciones que ayuden a mejorar y no conformarse con un éxito inmóvil que pueda parecer miedo al cambio.
Enfrentar un momento de adversidad, una problemática, una situación que parece salirse de control necesita que nuestro carácter sepa controlar y guiar también las emociones que se suscitan. Un líder con esta cualidad sabrá aportar un equilibrio a su equipo de trabajo, ayudando a que se aprovechen las cualidades de cada colaborador, a que no se tomen riesgos más allá de lo necesario y a que sea la inteligencia la que predomine en la toma de decisiones.
El carácter significa lo que estamos haciendo para mejorar cada día y superarnos a nosotros mismos. Siempre es un buen momento para poner atención a estos detalles trascendentales y favorecer el éxito de tu empresa familiar.