El cáncer no es contagioso
Consejos de una Abuelita Moderna / Por un México Mejor
Durante un recreo, una niña sin pelo expresó en voz alta: ¡Oh seguimos con la cuaresma! Y otra niña que la escuchó preguntó: ¿Qué es eso?… Y la niña con otra pregunta contestó: ¿Acaso no crees en Dios?. Y la otra niña preguntó intrigada nuevamente: ¿Qué es eso?…
La niña sin pelo, con gran cariño se le acercó y preguntándole si sus padres no profesaban alguna religión; a lo que de inmediato contestó: Bueno, yo no tengo padre, porque mi mamá siempre dice que la abandonó en cuanto estaba en su vientre, así que no lo conozco, por eso mi mamá dice que como él todos domingos iba a servicios religiosos… ¡Ya no cree en eso!
De repente, pasó una paloma blanca cerca de ellas y con un amor indescriptible, la niña sin pelo expresó: Sólo basta observar detenidamente a nuestra Madre Naturaleza para saber… ¡Que sí existe un Dios creador de maravillas! Ya que ningún ser humano podrá comprender lo grandioso que es el existir en un planeta que lo tiene todo: Agua, aire, montañas, desiertos, bosques, selvas, cavernas, seres humanos y animales tan diferentes… Como tú y yo… Mira yo soy blanca, tú morena, ella es rubia, aquella pelirroja, y la otra es china, en fin, como los animales somos tan diferentes, porque unos viven en el agua, otros en la tierra, unos se arrastran y otros caminan o corren, algunos nadan otros ¡vuelan como esa hermosa paloma blanca!
De inmediato sacó de su lonchera un pedazo de pan y se lo aventó a la paloma frente a sus pies, pero antes le preguntó si no se le antojaba, ya que su mamá lo había horneado porque a ella le gustaba mucho, a lo que le respondió la otra niña: ¡No gracias mejor tíralo a la paloma a ver qué hace!… Y la paloma de inmediato bajó volando sobre el delicioso pan, muy cerca de ellas. Ambas se abrazaron y rieron mucho…
Al día siguiente, a la hora del recreo, la niña sin pelo vio a la hermosa niña morena con unos espectaculares ojos negros, quien de inmediato se le acercó feliz y le dijo: Mi mamá me dijo hace tiempo, que tú estabas enferma de cáncer y era mejor que no me acercara a tú, pero, con nadie de la escuela me sentí tan feliz como contigo, y no sé si sea correcto hablarte…
A lo que la niña sin pelo le contestó: Me alejaré de ti, pero antes de hacerlo por favor, dile a tu mami que quiero hablar con ella a la hora de salida.
A la salida, cuando ambas madres vinieron por sus hijas, la niña sin pelo le pidió a su mamá que por favor esperara porque tenía que hablar con la mamá de la otra niña, y así lo hizo: “Buenas tardes señora, por favor permítame hablar con usted, porque su hijita y yo queremos ser amigas, pero usted no lo permite porque estoy enferma y tiene miedo de que su hijita se contagie…Estoy enferma de leucemia y actualmente me están poniendo quimioterapias que hacen que se me caiga el cabello, pero…¡Mi enfermedad no es contagiosa!”
“Por favor le suplico que vaya con su doctor y le pregunte sobre mi enfermedad, porque quiero ser amiga de su hijita porque… ¡El cáncer no es contagioso!, ya que si lo fuera, mis padres que me aman tanto y saben cuánto me gusta la escuela… ¡Jamás me hubieran inscrito!”
Orgullosos los ángeles celestiales… ¡Sonríen!
“En honor a mis Ángeles Terrenales del grupo Canica”.
Cariñosamente Ana I.