Educar en tiempos de la NEM

Psicosíntesis / Demetrio Hernández Llamas

Desde la implementación de la Nueva Escuela Mexicana (NEM) en el ciclo 2021-2022, se ha destacado una oportunidad significativa para integrar las metas de la Educación Regular con las de la Educación Especial. Este enfoque novedoso se basa en la realización de una evaluación inicial minuciosa, que no solo considera las habilidades y conocimientos de los alumnos, sino también sus contextos y características personales y familiares.

Históricamente, la Educación Especial ha implementado evaluaciones integrales y proyectos curriculares que incluyen a todos los alumnos, independientemente de sus condiciones. Esto permitiría a los docentes tomar decisiones pedagógicas informadas. Con la NEM, se abandona el concepto de “adecuaciones curriculares”, proponiendo un plan de trabajo inclusivo desde el inicio, que garantiza que ningún alumno quedará fuera del proceso educativo o se quedará atrás en su desarrollo.

La NEM introduce el enfoque de Diseño Universal de Aprendizajes, que promueve planeaciones diversificadas y la identificación de barreras para el aprendizaje y la participación. Así, los docentes deben realizar diagnósticos formativos integrales y ajustar sus métodos para incluir a todos los estudiantes. Esto implica que solo se realizan “ajustes razonables” para contextos específicos, relacionados con la infraestructura o la organización familiar.

Los especialistas de apoyo complementario, conocidos como USAER, ven en la NEM una oportunidad para avanzar hacia escuelas inclusivas. Su papel se fortalece con recursos estructurales y organizacionales que les permiten orientar, asesorar y acompañar al colectivo docente. El trabajo colaborativo desde el inicio hasta el final del ciclo escolar se vuelve esencial, aunque complejo debido a la formación terapéutica más que educativa de los maestros de educación especial.

Un reto significativo es la formación y actualización de los docentes de USAER, quienes deben aprender a colaborar de manera horizontal con los maestros de las escuelas regulares. Este proceso incluye la adopción de enfoques como la andragogía, la educación para adultos aplicada a la asesoría y el acompañamiento técnico. Sin embargo, tanto para los docentes de educación regular como especial, comprender la filosofía y los fundamentos de la NEM sigue siendo un desafío.

La cooperación entre maestros de educación regular y especial requiere una alineación de métodos de evaluación, planificación, intervención y evaluación. Esto puede ser complicado, especialmente para maestros acostumbrados a trabajar de manera individual. La inclusión de otros profesionales en el aula, más allá de brindar sugerencias prácticas, puede generar incomodidades e inseguridades, particularmente entre aquellos que no están seguros de sus habilidades o son reacciones a recibir aportes externos.

No obstante, hay casos donde esta colaboración ha dado frutos positivos. En estos casos, se ha desarrollado una visión crítica y compartida sobre las características y necesidades del alumno, permitiendo una planificación conjunta entre docentes de USAER y de Escuela Regular. Este enfoque integrado atiende la diversidad con calidad, adaptándose a las particularidades de todos los estudiantes.

Es crucial documentar investigaciones futuras que identifiquen los factores determinantes para un trabajo conjunto exitoso. Estas guías prácticas podrían beneficiar a otras escuelas y docentes, promoviendo la formación de equipos multidisciplinarios efectivos en todos los procesos educativos.

Finalmente, se espera que las autoridades educativas puedan unificar los objetivos de la educación especial y la regular, eliminando las diferencias y avanzando hacia una educación verdaderamente inclusiva y equitativa.

SEP   Diagnóstico Integral de la Escuela, 2022 CTE material de apoyo de la formación continua. Primera Sesión