Desintoxicación digital
Vivimos en la “Era de la Hiperconexión” en teoría estamos todos conectados de forma automática, pero sólo en apariencia. Jamás en toda la historia de la humanidad se había generado tanto sentimiento de soledad.
Con progresiva tendencia hacia una nueva pandemia global, la sobreexplotación de la tecnología en todos los ámbitos (económico, educativo, social, laboral, etc.) está generando una severa desconexión humana.
De todos es conocido que en la actualidad la interacción social tiene su epicentro en las redes sociales a través de los dispositivos electrónicos, pero la luna de miel con la conexión digital está tomando tintes de hartazgo por el vacío existencial donde invariablemente se deriva.
Al respecto, el creador del Taoísmo Lao-Tsé, mencionó alguna vez en “Tao Te King” … Si fuese Dios te diría que “Los colores hacen que los hombres tengan ojos y no ven. Los sonidos hacen que los hombres tengan oídos y no oyen. Los sabores hacen que los hombres tengan paladar y no disfrutan. La acción y el deseo hacen que los hombres tengan corazón y no sienten”. Pareciera que el viejo maestro Lao-Tsé proyectará su pensamiento hasta esta era y describiera al ser humano moderno a la perfección.
Por ello, muchas personas están sintiendo esa imperiosa necesidad de reconectar no sólo con las personas, sino también con la naturaleza; inclusive se están gestando nuevos tipos de turismo: Turismo digital-free para desintoxicación digital, mismo que está tomando un auge inesperado, además del ya conocido y cada día más popular Eco-turismo.
También, se podría mencionar que el turismo digital-free se está convirtiendo en un platillo exótico, un lujo sin precedentes durante un fin de semana, en las vacaciones de verano o de fin de año para la desintoxicación digital. Aunque en apariencia el turismo digital indica lo contrario, un amplio sector de la población apuesta fuertemente por la desconexión o desintoxicación digital.
El beneficio de realizar una desintoxicación digital podría derivar en “salvar nuestras relaciones personales” las cuales están seriamente afectadas por el uso constante de los dispositivos electrónicos. Técnicamente sería como estar “Fuera de línea” o “No disponible” o en el peor de los casos “No molestar” Para ello, una fabulosa herramienta es poner el dispositivo en “Modo de avión”.
En caso contrario “Estás, pero no estás” con tus seres queridos y la energía y la conexión se pierden. Te dicen ¡Te extraño! y tú no escuchas. Te dicen ¡Te amo!, ¡Me haces falta!, ¡Hola, estoy aquí! y tú no respondes, no sientes, no intuyes, no percibes, no escuchas el mensaje.
De igual forma te abrazan o te preparan tu comida favorita, pero tú no abres tus sentidos. Como autómata sólo respondes al llamado del celular, por lo que muchos cónyuges, padres de familia y sobre todo los hijos se preguntan ¿Con quién habla-chatea tanto? ¿Quiénes son sus amigos? ¿Debería estar disponible 24/7 para el jefe y resolver cuestiones laborales en su tiempo libre? ¿La persona en el celular es más importante que yo?… Sin duda, un sinfín de interrogantes.
Para responder estos cuestionamientos, se debe tomar en cuenta que la energía de la conexión humana se puede perder irreversiblemente, al punto que las personas se vuelven inermes; por ejemplo, los hijos, cuando los padres los quieren recuperar, la mayoría del tiempo es demasiado tarde. Lao-Tsé también mencionó, “Darte cuenta de que no entiendes, es una virtud; no darte cuenta de que no entiendes, es un defecto.
En conclusión, para lograr una efectiva reconexión humana, se debe considerar que la energía de las relaciones familiares debe fluir libremente como un espiral ascendente, con afecto, con empatía y con amor. Si esto no sucede habrá un derroche energético y, lo más triste es que se incursionará en las abultadas filas del gran vacío existencial, el cual ninguna conexión digital podrá llenar en absoluto. masryram@msn.com