Del plato a la boca se cae la sopa

Del caldo a la boca se cae la sopa y el problema es que Chong no fue muy cuidadoso, porque de esa sopa sólo se sirve cada seis años

Por: Roberto Franco Briones

Hasta hace un poco más de un mes, muchos políticos, encuestadores y ciudadanos pensaban que Osorio Chong saldría de la Secretaría de Gobernación para realizar su campaña a presidente de la República Mexicana por el Partido Revolucionario Institucional, pero eso no pasó. Y lo que ocasionó tristezas, también ocasionó alegrías a varios, pues fue Meade a quien le dieron la oportunidad.

Ahora el exgobernador de Hidalgo renuncia como Secretario de Gobernación y aunque no parecen claros sus próximos pasos, en el imaginario de muchos le tocó apechugar para integrarse a la campaña del candidato de su partido o por lo menos es lo que se esperaría de una persona tan cercana al presidente.

Del caldo a la boca se cae la sopa y el problema es que Chong no fue muy cuidadoso, porque de esa sopa sólo se sirve cada seis años y pocos tienen oportunidad de probarla. Puede ser que el cargo que tuvo implique muchas responsabilidades, pues la política interior en conjunto con la seguridad pública no son temas sencillos de resolver, menos en un país lleno de narcotráfico, corrupción y pobreza, pero si se juzga su labor desde 2012 hay muchas cosas, que de haber quedado como candidato, sus adversarios lo usarían para atacarlo sin piedad.

Ataques que probablemente pueda debatir, pero muy difíciles de comprobar. Al fin quien se llevó el trofeo de todos los aspirantes del PRI fue quien menos olas causó durante el sexenio y al que no pueden atribuirle tantas cosas negativas, ya que si pones en una balanza la popularidad de Osorio es mucho mayor que la de Meade, pero si se tratara de meter la ropa sucia a la lavadora, Meade mete tres kilos y Osorio nueve.

Osorio, al igual que el Pípila, en su espalda trae cargando muchas piedras, entre ellas la fusión de la Policía Federal a la Secretaría de Gobernación que tal vez le dio a él más control, pero muy poca eficiencia; Plataforma México fue desmantelada (sí, aquella que costó millones y millones de dólares), las supuestas violaciones a los derechos humanos en Tanhuaco, Nochixtla y Apatzingan, el desvanecimiento del proyecto de la Gendarmería, el incremento en el presupuesto de casi 300% para la fuerza federal policiaca sin un aumento de personal, ¿cómo responder a eso?

Su justificación respecto a la seguridad fue el poco apoyo por parte de los estados y los municipios, pero ¿no es tarea del Secretario de Gobernación lidiar con la política interna de nuestro país? Ni modo, del plato a la sopa se cae la sopa y a él se le derramó toda.

 

Roberto Franco Briones
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