De mujeres empoderadas y esas cosas…
Planeta Luna / Por: Consuelo Elipe
Que aburridamente horroroso es el mundo actual del bluf.
Me aburren las mujeres empoderadas, siempre deseosas de demostrar al mundo lo importantes, inteligentes y fabulosas que son. Es como una sobredosis, están en todas partes, en todos los foros, separadas de los hombres como si fueran unos apestados, sintiéndose especiales, mejores, sorprendentes y casi ¡divinas!
Yo ni siquiera quise ir a un colegio solo de niñas, que tanto se llevaban en mi época, mi argumento era que el mundo es mixto y que no entendía para que me iba a servir educarme y criarme en un mundo falso e inexistente, ¿cómo podía prepararme eso para salir y poder llevar una vida y una carrera? ¡Me afirmo mil años después de esa decisión!, el mundo es mixto y la carrera no va por cupos. Los cupos ¡otro gran tema¡, pero de verdad ¿alguna mujer puede estar de acuerdo de que le pongan en algún lado para llenar un cupo? ¿No es más interesante ganarte un espacio por capacidad e inteligencia contra hombres, mujeres o viceversa?
Lo más curioso que conviviendo con este “empoderamiento” (como odio esta palabra), están las que corean las letras de los reguetones, esas maravillosas letras que reducen a la mujer a alguna parte de sus cuerpos… de cuyo nombre no quiero acordarme como El Quijote. Adoran a estos cantantes, que algunos más valdrían que estuvieran en la cárcel con esas actitudes, y vuelven a ser objetos mucho peor de lo que me imagino era mi bisabuela.
Porque hablando de ser objetos de nuevo, ¿qué les parecen esas mujeres que dan la imagen de señoras, pero están con el modo cazadoras ON las 24 horas del día hasta que algún pobre incauto cae en sus redes? Me encanta que la mayoría defienden en sociedad a otras mujeres, actúan como sus amigas, las aplauden, las alaban y ensalzan para sin pestañear hacer lo que haga falta para conseguir un proveedor, o amor de su vida, no importa si para eso hay que saltarse todas las reglas de la vergüenza y la clase. Porque muchas son muy independientes, reivindicativas y modernas, pero si hay que usar lo más antiguo del mundo, pues bueno, se usa.
Me confunde mucho entender si realmente como mujeres hemos solo avanzando, o esto es un mix en el que hay cosas extraordinarias y otras peores de lo que eran hace 100 años. Se suponía que todo el camino andado haría todo mejor, pero veo que en temas como los expuestos, las nuevas generaciones han tirado a la basura el esfuerzo de sus abuelas y sus madres.
Estamos en un momento con una sociedad que tiene tantas aristas, tantos perfiles que es casi imposible sacar conclusiones sobre todo en un texto tan pequeño, pero seguiremos desgranando muchas más cosas, en próximos espacios.

