¿Cómo dirigir a personas más inteligentes que uno?
Liderar a personas más inteligentes puede ser un escenario que intimida incluso a los más experimentados. Sin embargo, es más una oportunidad que un obstáculo.
“Contrata a los mejores y déjalos hacer lo que saben. Si no, contrata a los más baratos y que hagan lo que tú decides”. Warren Buffet
Sin importar la situación en la que te encuentres, cuando estás por hacer algo, siempre tienes, al menos, dos opciones. Incluso pueden ser tan sencillas y obvias como: lo haces o no lo haces. Cuando estás al frente de uno o varios equipos de personas, lo vives todo el tiempo. La presión puede ser muy fuerte, porque en tus manos está conseguir resultados valiosos a través de tus colaboradores.
Mucho está en juego, ¿cierto? Entonces, ¿por qué crees que todavía existen directores o gerentes que dudan en contratar a personas más capaces que ellos? Si es verdad que los objetivos están dirigidos a mejorar y convertirse en una organización (y, por lo tanto, un profesional) más fuerte, más cerca de la excelencia, entonces sus elementos deben tener esas características también.
Todo se reduce a un asunto de intimidación y seguridad en uno mismo. Si un jefe contrata a una colaboradora más talentosa que él, tal vez lo aborden preguntas como si esa persona le quitará su trabajo en poco tiempo, o si pronto dudará de sus capacidades de liderazgo; o quizá perderá el respeto. Siendo honesto, pienso que este tipo de inquietudes hablan más de quien las formula, y es importante sacudirlas de inmediato para concentrarse en la única pregunta que es válida en estas situaciones: ¿cómo dirigir a personas más inteligentes que uno? Con estos consejos espero ayudar a responderla:
Dile no a la intimidación
Es perfectamente natural sentirte intimidado. Sin embargo, intenta alejarte de esa sensación tan pronto como te sea posible. La inteligencia en tus colaboradores deberías considerarla como una herramienta para alcanzar el éxito colectivo, no una razón para que te ataquen de manera individual. Para estar al frente de un equipo también se necesita mucho talento y buenas ideas, por algo estás ahí. El proceso de selección es la clave para su éxito y para el de su empresa. No hay nada tan importante para su futuro como su habilidad en seleccionar a la gente más adecuada para el puesto. “Ser valiente no es dejar de tener 100% miedo, es estar aterrorizado, pero saltar de todos modos”. Taylor Swift
Recuerda que tú también fuiste uno de ellos
Al ponerte en los zapatos de las personas que integran a tu equipo (o varios equipos), entenderás también qué es lo que esperan de ti. ¿Recuerdas las expectativas que tuviste de tus antiguos jefes? En realidad, nadie espera que tengas todas las respuestas, pero sí que estés abierto a nuevas propuestas o a la creatividad de los más jóvenes o inexpertos. Piensa qué es lo que más apreciaste de tus superiores en aquel entonces y encontrarás el camino para dar buenas direcciones.
Abre un canal de dos sentidos para el aprendizaje
Si reconocemos el talento de los recién llegados, entonces podemos aprender de ellos. Y esta es una oportunidad que debe aprovecharse sin dudarlo: alguien nuevo tendrá conocimientos frescos de su área para innovar y quien está al frente contará con la experiencia que permite resolver asuntos de organización, crisis o colaboraciones en distintas escalas. Hazle saber a tu personal que quieres aprender de sus conocimientos y que quieres dar aportes valiosos a su talento.
Comprende y abraza lo que significa ser un líder
Si estás en un puesto de dirección, entonces debes entender que tu papel en la empresa ha cambiado. Como dice Lynda Hill, profesora en la Harvard Business School y coautora del libro Being a Boss: ya no eres un colaborador individual, sino un facilitador de las condiciones para que los demás se desarrollen, exploren su potencial y, por lo tanto, se conviertan en colaboradores valiosos que lleven a la empresa a sus objetivos.
Comparte tus inquietudes
De cualquier manera, también es buena idea tener otras personas con las que puedas expresar estas dudas que te asaltan. Busca a colegas que han estado en la misma situación para saber cómo lidian con ella, o si lo crees necesario acude a un profesional que te dé un espacio seguro para desahogarte. Aprender a manejar estas inseguridades debe ser un proceso natural, bien guiado y que te ayude a entender por qué y cómo resolverlas. Los jefes como estatuas inamovibles durante la tormenta es una idea que hace más daño del que crees.
Un estudio de hace unos años, realizado por Towers Watson, que analizó a más de mil 600 organizaciones de 31 mercados distintos, demostró que la confianza y la seguridad en los líderes senior es una de las tres principales razones por las que los trabajadores deciden quedarse en una empresa. Esto se demuestra cuando se reconoce el valor de las aportaciones de los empleados, cuando se les permite expresar sus propias ideas de manera respetuosa y libre y al facilitar herramientas para su desarrollo, como cursos, libros, software u oportunidades retadoras dentro de la empresa. Las empresas con altos niveles de rotación de personal rinden por debajo de sus competidores que están mejor dirigidos. “El liderazgo efectivo no se basa en hacer discursos o ser querido; el liderazgo se define por los resultados”. Peter Drucker
Ahora que estás al frente, tienes al menos dos opciones: rodearte de personas que cumplirán con el mínimo para sacar la chamba y que te mantengan en tu zona de confort, o elegir aquellas que aportarán valor genuino a tu empresa y que te ayudarán a crecer en tu papel de liderazgo. “Dirigir es hacer las cosas bien. Liderar es hacer las cosas correctas”. Peter Drucker ¿Por cuál te vas a decidir?