¡A trazar la ruta para 2018!
Por: C.P.C. y M.I. José Mario Rizo Rivas
Consolida tus objetivos estratégicos anuales en la empresa familiar
“Todos necesitamos metas poderosas a largo plazo para ayudarnos a superar los obstáculos de corto plazo” Jim Rohn.
“Ante la responsabilidad de encabezar una empresa familiar, la obligación es trabajar en cómo llegar hasta donde nos hemos planteado”.
Los retos están anunciados. Este 2018 no será fácil… ¿Y las metas para tu empresa familiar?, ¿sabes cómo concretarlas en medio de un año de desafíos? Una estrategia cimentada en objetivos puede hacer la diferencia para alcanzar un propósito. O fracasar a mitad del camino.
Entre elecciones presidenciales, la renegociación del Tratado de Libre Comercio (TLC) y la inflación, la complejidad de este año exige, más que nunca, definir claramente a dónde queremos llegar. Esta práctica es crucial para el éxito de cualquier negocio familiar, pero, especialmente, para fundadores y directivos.
Las metas dirigen las acciones y le proporcionan un rumbo. Además, pueden servirte para medir el éxito y reaccionar oportunamente, evitando desequilibrios o incluso, quiebres.
La mayoría de la gente concuerda en la importancia de las metas, pero son pocos quienes definen planes de acción para lograrlas. ¿Cuál es el motivo? Las razones van desde la ignorancia del proceso hasta el miedo a comprometerse con los propios proyectos: tan sólo el hecho de pensar en un horizonte ambicioso es imponente.
Sin embargo, ante la responsabilidad de encabezar una empresa familiar, la obligación es trabajar en cómo llegar hasta donde nos hemos planteado.
El plan de acción
Para alcanzar un gran objetivo, lo recomendable es realizar una organización a partir de metas a corto y mediano plazo. Es decir, podemos planear pequeños propósitos que compongan nuestro objetivo anual del 2018, que a su vez, sean parte de un proyecto más amplio para nuestra empresa familiar. Y ahora, ¿cuáles son los pasos que debes seguir para organizar tu plan de acción?
Sé específico
“Aumentar las ventas” es una buena meta, pero es tan vago que no proporciona un medio para juzgar el éxito. Por lo tanto, modifica las metas para que sean específicas. Todos nuestros propósitos deben estar aterrizados así como ser cuantificables. Siguiendo el ejemplo de incrementar ventas, en su lugar podemos establecer “obtener 10 nuevos clientes”.
Establece límites
Además de ser específicas, todas las metas deben establecerse con plazos límites. Este paso es fundamental, la calendarización es uno de nuestros indicadores de cumplimiento: las fechas te irán dando la pauta para conocer si se avanza sobre un proceso exitoso o se requieren ajustes. Si continuamos con el ejemplo anterior, podemos complementar: “Obtener 10 nuevos clientes antes del segundo trimestre de 2018”.
Define las herramientas
Una vez que tengas clarificada una meta, debes de planear cuáles son las herramientas requeridas para esa acción. Si el propósito es allegarse de una nueva decena de clientes hay que cuestionarse si esto puede alcanzarse con nuestros recursos actuales: ¿es necesario contratar más personal en el área de ventas?, ¿hay que modificar la estrategia de marketing? En caso necesario, hay que contemplar cambios o equilibrar las metas según nuestras posibilidades.
Sé realista
Asegúrate de que los objetivos y metas se puedan alcanzar, si apunta demasiado alto te condenarás directo al fracaso. Hay que hacer una evaluación responsable de las condiciones de la empresa, analizar el nivel de consolidación y los alcances del contexto nacional. No se trata de subestimarnos, sino de centrarnos en los escenarios reales que pueden concretarse en el plazo actual y entonces, más adelante, ampliar nuestros horizontes.
Atrévete
Algunos empresarios establecen metas que son demasiado fáciles de lograr. Si tú te encuentras en esta categoría, intenta fijarte verdaderos desafíos. Por ejemplo: si generalmente agregas un nuevo cliente cada trimestre, intenta duplicar la cifra. Recuerda que si sigues los mismos pasos que siempre has caminado, no llegarás más lejos del camino que ya te has forjado. ¡Aventúrate, sal de tu zona de confort!
Evalúa la pertinencia
Las metas deben ayudarte a lograr un objetivo específico de mediano o largo plazo. Ten cuidado con las metas que sólo te mantendrán ocupado pero no son adecuadas para el éxito de la empresa familiar. Si no crees que las metas son valiosas o no están alineadas con los objetivos estratégicos del negocio, no desperdicies el tiempo ni recursos para seguirlas.
¡Bienvenida la flexibilidad!
Mantén a la vista sus objetivos y metas a corto plazo. Observa los objetivos de mediano y largo plazo cada mes para ver si vas por el camino correcto. Si el enfoque de la empresa cambia, no tengas miedo de alterar los objetivos. La flexibilidad es un componente fundamental para establecer metas.
Camino de resistencia
Si el sistema de establecer objetivos o metas no funciona porque no logras demasiado de lo que escribes, no te des por vencido. Establezca metas durante varios meses y verás cómo mejoran las capacidades relacionadas con establecer metas. Al final, es una expresión de la cultura de la planeación estratégica y como tal, se perfecciona a través de la experiencia.
Fijar una meta no quiere decir que sean fáciles de lograr en todas las ocasiones. Como personas en busca del triunfo y de la vida que anhelamos, debemos tener propósitos claros para lograr cada día afianzar nuestro andar en los negocios y en la vida en general. En este camino, ten presente las palabras de Brian Tracy: “Una persona promedio con talento promedio, ambición y educación, puede superar al más brillante genio de nuestra sociedad si tiene metas claras y definidas”.