Las mujeres y su constante carrera de obstáculos
Lic. Minerva Miroslava Yerena Rubio / Coordinadora Jurídica del Registro Civil de Puerto Vallarta
Un principio fundamental para entender la realidad de las mujeres hoy día, radica en comprender las diferencias naturales entre los hombres y las mujeres. Además de desarrollarse en entornos de formación discriminadora, el cuerpo y la mente de la mujer funcionan de manera diferente.
Dotadas por naturaleza de un instinto maternal, los desafíos de México y sus regiones a lo largo de décadas de historia, en que prevalecen fenómenos como la violencia, el desempleo y la migración, han llevado cada vez a mayor número de mujeres, a enfrentarse directamente con la jefatura de una familia y plantar la cara a los problemas de la sociedad.
Las cifras ilustran que en Jalisco, son cada vez más mujeres enfrentan el reto de ser jefas de familia, pues para finales del 2020 había casi 800 mil mujeres de Jalisco dirigiendo un hogar, la mayoría de ellas, el 65% con hijos.
Un problema que agrava esta situación en Jalisco es que apenas la mitad de las jefas femeninas que en la actualidad lideran hogar, cuentan con educación básica, en un mercado laboral dominado por los hombres, que de acuerdo con el Instituto de Información, Estadística y Geografía de Jalisco (IIEG), acaparan el 60% de los empleos generados en la entidad.
Sin embargo, el mayor reto en el desarrollo integral de la mujer continúa siendo la erradicación de violencia de la cual son víctimas las mujeres de Jalisco, puesto que de acuerdo con estadísticas oficiales, cerca del 30% de las víctimas de algún delito entre los 18 y los 50 años, es mujer.
Si agregamos los factores derivados de la crisis de salud provocados por el Covid-19, las mujeres han tenido que sumar a todas sus actividades un papel de cuidadoras, emprendedoras, multiplicándose en tareas de atención a los hijos y al trabajo, que tensionan todavía más sus actividades dentro y fuera de los hogares.
Y tal como ha mencionado la ONU, esta crisis ha puesto en relieve tanto la importancia fundamental de las contribuciones de las mujeres, como las cargas desproporcionadas que soportan.
Si partimos de las diferencias que existen entre los hombres y las mujeres, así como el entorno de dificultades que se presentan a lo largo de la vida de las mujeres, el reto para la superación de las condiciones de vida continúan siendo desproporcionadas para el gran valor y aporte social que representamos.
Continuemos luchando por visibilizar las diferencias para dotar de los elementos necesarios para que las mujeres y hombres complementemos nuestras fortalezas para criar mejores hijos, para crear mejores lazos de colaboración que nos lleven a vivir en entornos más sanos para las familias, en donde contemos con mejores condiciones para desplegar todo nuestro potencial como mujer.