Urbanidad con el uso de las puertas
Existe una frase que dice: “hay dos palabras que te abrirán muchas puertas: jale – empuje”. Este tema surge al ver a una persona que por las pisas no leyó las palabras: jale – empuje ¡Y se dio un golpe con la puerta, que ya se imaginarán! Esto me llevó a pensar dos cosas, la primera: que por las prisas no leemos; y la segunda, será que por las prisas ¿ya se perdieron las reglas de cortesía ante el uso de la puerta?
Bienvenidos nuevamente a “cualidades exquisitas” un espacio donde aprenderás por qué cuidar nuestra imagen es fundamental.
La urbanidad es un tema de sentido común, tratar al otro como te gustaría ser tratado, ser siempre educados, mostrar respeto hacia los demás. Qué pasa con los autos que ahora desactivan el seguro con la llave… ¿el hombre ha dejado de abrir la puerta del carro a la mujer? O con las prisas, ni te das cuenta si alguien más va a entrar o salir después de ti, y solo sueltas la puerta.
La cortesía, urbanidad, buenos modales y todos los sinónimos que se relacionan con este tema de educación, no es un gesto que se puede olvidar porque “pasó de moda”, por las prisas o incluso por la misma tecnología; es un tema de valores, es un tema de etiqueta social. La cortesía es fundamental para dejar una excelente impresión.
En esta publicación comparto contigo tres situaciones de cortesía para el uso de las puertas:
1.- Si la puerta está cerrada, tocar antes de entrar: esta regla de cortesía aplica en todos los contextos, desde casa, hasta el ámbito profesional. Siempre hay que mostrar respeto por la privacidad de las personas.
2.- Al ingresar o salir de un lugar: abrir la puerta, sostener y ceder el paso ¡no solo es soltar la puerta! Observa si alguien más va a entrar o salir y si necesita ayuda con la puerta. Si bien en ocasiones se encasilla en un contexto de “genero” en donde el hombre cede el paso a la mujer, en ocasiones la mujer también debe mostrar su lado amable con los adultos mayores o personas discapacitadas.
3.- Un caballero siempre abre la puerta del carro: una del las características que distingue a un hombre es ser siempre un caballero, independientemente que esté cortejando a la mujer o no; por lo tanto si la llave del carro desactiva el seguro de la puerta, el hombre de cualquier forma abre la puerta del carro y ayuda a la mujer.
Estamos rodeados de etiqueta social, porque es la manera cordial de convivir, lograr un orden; por lo tanto, todo lo que hacemos tiene algo de urbanidad. Recuerda, si no quieres estamparte con la puerta lee, “jale y empuje”. Y lo más importante, una persona educada siempre será bien vista, la cortesía jamás está de más.
Te espero en el siguiente tema de “Cualidades exquisitas”, sonríe.
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