Los síntomas de dispepsia funcional pueden alterar mucho la calidad de vida
Si después de comer tiene náuseas, pesadez y dolor de estómago, ardor y flatulencia, tal vez podría tratarse de dispepsia funcional. Pero qué es, qué la provoca y cómo se debe tratar. Robert Kraichely, gastroenterólogo de Mayo Clinic nos resuelve ésta dudas.
Una persona con dispepsia funcional, también llamada dispepsia sin úlcera, puede sentir lo mismo que con las úlceras pépticas. La diferencia es que esta última implica la existencia de llagas abiertas en el conducto digestivo y la primera es indigestión recurrente o dolor de estómago sin ninguna causa obvia. ´
Los signos y los síntomas comunes de la dispepsia funcional incluyen sensación de ardor o molestia en la parte superior del abdomen o en la parte inferior del pecho, distensión abdominal, eructos, sensación prematura de llenura al comer y náusea. Aunque no son potencialmente mortales, sí alteran mucho la calidad de vida.
El médico probablemente empiece el proceso del diagnóstico con un examen físico. Se podría también hacer análisis de sangre para descartar otras enfermedades que pueden provocar síntomas similares a los de la dispepsia.
Un componente del diagnóstico es la endoscopia, procedimiento en el que se introduce por la garganta un instrumento fino, flexible e iluminado, conocido como endoscopio, a fin de que el médico pueda visualizar el esófago, el estómago y la primera parte del intestino delgado, llamada duodeno. Este método también permite al médico realizar una biopsia, o sea, obtener pequeños trozos de tejido del estómago o del duodeno para estudiar si hay inflamación o cáncer, explica Robert Kraichely, de Mayo Clinic.
El proveedor de atención médica es quien determina si es necesario o no hacer la endoscopia, pero generalmente se la recomienda en personas que presentan síntomas y tienen 60 años o más. La obtención de resultados normales en este examen suele ser un indicador de dispepsia funcional.
Si la endoscopia no muestra resultados anormales, lo siguiente para guiar el tratamiento podría ser un examen no invasivo del aliento o de las heces para revisar si hay una infección bacteriana por Helicobacter pylori. Este examen también se usa en personas menores de 60 años que no presentan características alarmantes. Si se encuentra Helicobacter pylori, el proveedor de atención médica probablemente recomiende un antibiótico para eliminar la infección.
En las personas que obtienen resultados negativos para la bacteria y los que todavía presentan síntomas después del tratamiento con antibiótico y la depuración del Helicobacter pylori, el primer tratamiento que se debe hacer es reducir el ácido estomacal. Esto se puede hacer mediante dos tipos de medicamentos: los inhibidores de la bomba de protones y los antagonistas del receptor H2. Los inhibidores de la bomba de protones disminuyen el ácido porque cierran las bombas diminutas de las células estomacales.
Si estas alternativas no sirven para controlar sus síntomas, existen otros medicamentos, entre ellos, los que alteran las terminaciones nerviosas en el estómago. La terapia cognitivo conductual también podría ser recomendable, como un medio de afrontar los síntomas y de reducir el estrés capaz de provocar los dolores de estómago.
Debido a que no se entiende completamente bien la causa de la dispepsia funcional y sus síntomas coinciden con los de otras afecciones gastrointestinales, puede resultar difícil establecer el diagnóstico de dispepsia funcional. Por ello, los estudios continúan para explorar mejores maneras de identificarla con claridad, concluye Robert Kraichely, de Mayo Clinic.