El momento oportuno para vivir, ¡es hoy!

La Vida es Bella

Si pudiéramos aprender a vivir el presente con mayor constancia, seríamos más felices, tendríamos una capacidad de disfrute mucho más amplia que la que tenemos cuando estamos en otro tiempo, que no sea “hoy, aquí y ahora”

Teresa Manzano

He conocido todo tipo de personas, pero las que he observado que refieren más motivos de insatisfacción sobre su propia vida, son las que postergaron el vivir el presente y eligieron vivir en el pasado o futuro, sí, dije eligieron porque el  cómo afrontar la vida también es una elección, de hecho creo que de las más importantes.

Eclesiastés 3, expresa  lo siguiente:

“Hay un tiempo para todo

 Todo tiene su momento oportuno; hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo:

 

Un tiempo para nacer,

    y un tiempo para morir;

Un tiempo para plantar,

    y un tiempo para cosechar;

 Un tiempo para matar,

    y un tiempo para sanar;

Un tiempo para destruir,

    y un tiempo para construir;

Un tiempo para llorar,

    y un tiempo para reír;

Un tiempo para estar de luto,

    y un tiempo para saltar de gusto;

 Un tiempo para esparcir piedras,

    y un tiempo para recogerlas;

Un tiempo para abrazarse,

    y un tiempo para despedirse;

 Un tiempo para intentar,

    y un tiempo para desistir;

Un tiempo para guardar,

    y un tiempo para desechar;

Un tiempo para rasgar,

    y un tiempo para coser;

Un tiempo para callar,

    y un tiempo para hablar;

 Un tiempo para amar,

    y un tiempo para odiar;

Un tiempo para la guerra,

    y un tiempo para la paz.”

Este antiguo texto bíblico saca a relucir el principal problema que  nos aqueja  a la sociedad: la incapacidad para vivir en el presente, la tremenda tendencia de dedicar tiempo a situaciones que no corresponden al momento actual. No sugiero que descuidemos planear el futuro, simplemente hacerlo sin perder la perspectiva del presente.

Podemos estar conociendo un hermoso lugar o conviviendo con una agradable persona, pero nuestros pensamientos se encuentran dispersos en otras situaciones, por lo general preocupaciones o añoranzas de realidades lejanas.

Creo que esta manera de sobrevivir, es en gran parte la causa de que muchas personas vivan con stress, depresión o ansiedad; pues sus pensamientos continuos en situaciones que todavía no han llegado o en experiencias que ya no existen, les roban la energía del presente, lo peor del caso es que un gran porcentaje de esas preocupaciones del futuro ni siquiera llegan a ocurrir.

Si pudiéramos aprender a vivir el presente con mayor constancia, seríamos más felices, tendríamos una capacidad de disfrute mucho más amplia que la que tenemos cuando estamos en otro tiempo, que no sea “hoy, aquí y ahora”, porque aun cada día es largo como para solo concentrarnos en un solo espacio que ya paso. El día tiene  24 horas, no son pocas.

Desperdiciamos mucha vida en situaciones que ya no tienen relevancia y nos perdemos de las nuevas vivencias que están ahí para nosotros.

No es fácil vivir en plenitud el presente, pero puedes de manera consciente durante el día, intentar regresar a tu mente al actual momento que estás viviendo, disfrutarlo o llorarlo, aceptarlo como viene, para luego dejarlo ir y tomar el siguiente. Te darás cuenta de todos los detalles que no has visto, aun en situaciones cotidianas, pues de estas está llena la vida.

“La vida es lo que pasa cuando estás ocupado haciendo otros planes.”  (John Lennon).

Recuerda, ¡la vida es bella!

Hasta la próxima.

Psic. Tere Manzano.