¿Por qué valuar tu negocio?
La empresa tiene por finalidad la eficiencia y la generación de utilidades, en tanto que la familia tiene por finalidad la armonía y el bienestar de sus integrantes
Para iniciar el proceso de involucrar la valuación de acciones en el protocolo, es importante sentar a los miembros del Consejo de Familia de la primera generación de la Empresa Familiar, para que conozcan las intenciones del fundador y líder en este aspecto, lo cual podría servir como punto de partida
Empresa Familiar
Una de las principales razones por las que las empresas familiares no sobreviven a los cambios de generación, se debe a que la mayoría de las veces los hijos no comparten los mismos intereses y visión que sus padres tuvieron sobre la compañía. Cuando el fundador o fundadores se retiran del negocio que vieron nacer, crecer y desarrollarse, y ceden la propiedad de la empresa a sus hijos, no todos están interesados en la operación y continuidad de la compañía y optan por vender su participación. Esta situación presenta un problema para los propietarios que quieren retener sus acciones y comprar las de los otros, ya que difícilmente ambas partes lograrán ponerse de acuerdo sobre el valor justo de la empresa.
“Cuando se está en medio de las adversidades, ya es tarde para ser cauto”.
Este tipo de problemas pueden evitarse, si se incluyen dentro del protocolo familiar criterios concretos y métodos de valuación para la venta de acciones que privilegien la compra por parte de los herederos que desean permanecer como propietarios.
Por otro lado, ¿qué pasa cuando ninguno de los nuevos dueños tiene intenciones de seguir? De nueva cuenta pueden presentarse dificultades al momento de valuar la empresa. De igual manera esta situación deberá preverse, planteando procedimientos de valuación aceptados por todas las partes o establecidos por el fundador a fin de evitar que se presente esta problemática y tener un precio base para ofrecerla a un tercero.
Calcular el valor de la empresa
Los ejemplos anteriores se han presentado en algunas de las empresas familiares que he atendido durante mi experiencia profesional, y quise citarlos por dos razones importantes: por un lado, para reafirmar la necesidad de que toda compañía de este tipo cuente con un protocolo familiar en el que se establezcan todos los criterios y mecanismos necesarios para garantizar la correcta administración, operación, sucesión y continuidad de la empresa; y por otro lado, para enfatizar en la necesidad de que existan procedimientos aceptados por los propietarios para la correcta determinación del valor justo o razonable de una empresa. ¿O no te has puesto a pensar lo qué harías si mañana alguien te ofrece cierta cantidad de dinero por tu negocio?, ¿cómo saber si corresponde al valor real de la empresa?, ¿cuánto deberás pagarle a tus hermanos si quieres comprar sus acciones? En cualquiera de los casos, es importante que la familia cuente con un marco de referencia para poder tomar decisiones. Este marco será el valor calculado de acuerdo a los criterios sugeridos por la administración, los contadores y asesores externos especializados en el área y aceptados por cada uno de los accionistas.
Recuerda que la información oportuna facilita el proceso de toma de decisiones, y si todo se encuentra documentado y previamente consensuado por los interesados, se evitarán situaciones inconvenientes, y lo más importante: se garantizará la continuidad del negocio y la concordia familiar y el fundador y sus familiares deben tener presente “Incluir en el plan de sucesión una metodología para determinar el valor de la empresa aceptado previamente por las personas implicadas, cuyo objetivo final es el traspaso de la propiedad de una familia a otra, y evitar en lo posible los conflictos familiares”.
Protocolo de valuación
Para iniciar el proceso de involucrar la valuación de acciones en el protocolo, es importante sentar a los miembros del Consejo de Familia de la primera generación de la Empresa Familiar, para que, antes que nada, conozcan las intenciones del fundador y líder en este aspecto, lo cual podría servir como punto de partida. Posteriormente, comenzarán a definir ideas y opciones de solución para esta situación, tales como una repartición por igual entre los actuales accionistas del porcentaje que se desee enajenar, venta a terceros, etc.
Se debe tomar en cuenta que sería coherente dar cierto plazo al miembro de la Familia que desee vender para que presente una oferta, la cual deberá ser valorada por el Consejo de Familia, para posteriormente decidir si procede o no para llevarla a cabo conforme a estatutos y previsiones legales.
Es importante mencionar que se recomienda dar prioridad, ante todo, al momento de la venta, a los actuales accionistas o miembros de la Familia, para asegurar que el patrimonio continúe bajo lazos de sangre, que compartan la misma visión y valores
Protocolo familiar
El protocolo familiar deberá definir primero el método de valuación de acciones, para dado su momento, llevar a cabo el proceso, cabe mencionar, que dichos cálculos se realizan comúnmente en base a empresas públicas, por lo cual, en caso de ser una empresa privada es importante tomar en cuenta la contratación de un perito valuador que realice el ajuste pertinente al precio, para asegurar que el valor vaya de acuerdo al mercado al que la empresa realmente pertenece
Cabe mencionar que, en México, solamente el 10.4% (Top Publications S.A.C.) de las empresas familiares cuentan con un protocolo familiar o se encuentran redactándolo, lo cual nos demuestra que lo más seguro es que no tengan definido tampoco el tema de valuación de su empresa y su patrimonio, ya que ni siquiera se han escrito las reglas del juego para la Familia. Aunado a ello, es de destacar que, dentro de los temores de los empresarios mexicanos, no se encuentra el tema de posibles conflictos familiares dentro de su organización, por ello su renuencia e indiferencia hacia el tema de institucionalizarse.
La tarea del fundador
Es necesario que el fundador de la Empresa Familiar tome la iniciativa de poner todo en orden, pues es su patrimonio y su negocio que tantos años de esfuerzo le costaron, lo que se encuentra en juego. Además, debe inculcar en su Familia sus valores y aprecio por la empresa que los sacó adelante.
No tiene sentido tener un patrimonio si no se busca cuidarlo. Recuerda que la finalidad de generar utilidades es hacerlas llegar cada vez más lejos y saber manejarlas, por ello, siempre debemos tener no sólo en mente, sino por escrito, claro y transparente, que sucederá al momento de requerir una reorganización o el cambio de manos.
“La unión de la familia no se mide por el número de miembros, sino por la unión que hay en ellos.” Anónimo.
Así como, el valor del patrimonio no se mide por el número de bienes, sino por el buen manejo y cultivación del mismo.