Algunas preguntas para salvar relaciones interpersonales en tiempos políticos
Algunas preguntas básicas para los candidatos a la presidencia
Las relaciones interpersonales entre familiares, amigos, parejas maritales, novios e incluso desconocidos, están sufriendo un resquebrajamiento diverso, producto de algunos errores que, aunque básicos, son suficientes para generar actitudes hostiles y negativas que después será muy complicado poder reparar
Educación y parentalidad
En estos tiempos de agitación política, los cambios, información y desinformación están a la orden del día, muchas veces no reparamos en si lo dicho es verdad o no, y más bien iniciamos a lidiar con las consecuencias de la información vertida, dando esta como verdadera, aunque muchas veces es claro que no lo es.
Las relaciones interpersonales entre familiares, amigos, parejas maritales, novios e incluso desconocidos, están sufriendo un resquebrajamiento diverso, producto de algunos errores que, aunque básicos, son suficientes para generar actitudes hostiles y negativas que después será muy complicado poder reparar.
Contexto reciente
El pasado 22 de abril en punto de las ocho de la noche se realizó el primer debate presidencial entre los cinco llamados candidatos. Espectáculo más triste y lamentable no he podido ver en mucho tiempo. No me refiero al formato del evento o a la poca producción televisiva, me refiero a lo sustancial, las propuestas e ideas que alguno de ellos pudiera hacer para poder ilusionarnos que hay futuro de liderazgo en alguno de esos cinco que pueda hacerle bien a nuestro tristemente célebre país en desarrollo. Quizás estamos en desarrollo por la misma clase política que justamente es como un parásito que no lo deja crecer, pero ese es otro tema.
Los avezados en temas políticos señalan a uno de ellos como el “ganador”, pero ¿qué ganó? ¡Ah! Se refieren a que, con su actitud segura al decir las cosas y ataques, fue convincente e hizo ver mal a uno que otro contrincante. Pero tristemente al otro día los especialistas en verdades señalan que los argumentos vertidos por dicho candidato fueron mentiras… volvemos al inicio, no hay gente confiable que nos dé un ápice de esperanza en que podamos confiar en él.
Preguntas incomodas
Ahora bien, es posible que usted amigo lector, por estos días haya tenido algún ataque personal, vía redes sociales, como Facebook, Twitter, Instagram, WhatsApp o algún otro. Todo gracias a exponer sus ideas o preferencias electorales. Pues bien, aquí algunas preguntas que espero le ayuden a reflexionar sobre el hecho. ¿Está seguro que conoce al candidato de sus preferencias? ¿Conoce sus antecedentes partidistas y de acciones realizadas? ¿Conoce a qué intereses obedece su plataforma? ¿Conoce perfectamente la fuente de su financiamiento electoral? ¿Conoce de su vida personal, sus valores y formas de ser en respeto a la integridad de quienes lo rodean? ¿Conoce el círculo cercano de asesores que trabajan con él, y cómo diseñan sus estrategias de campaña? ¿Usted metería las manos al fuego por alguno de ellos? ¿Está muy seguro que todo lo que dicen es verdad? ¿De verdad cree que sus antecedentes de políticos son por sus capacidades o por sus compadrazgos? ¿Cree que a alguno de ellos le interesa si sufre en sus relaciones interpersonales defendiéndolo o solo le interesa su voto? Si tiene duda de lo que estoy preguntando por favor consulte la siguiente liga: https://verificado.mx/que-es-verificado-2018/
Pues bien, mi estimado y quizás incauto lector-elector, usted ya sabe las respuestas a la mayoría de estas preguntas, y si es honesto consigo mismo entenderá que no vale la pena defender lo que no conocemos, o en lenguaje más coloquial, nadie sabe para quién trabaja, ¿o sí?
Consideraciones personales
En lo personal veo tristemente como ya apuntaba, que no hay un candidato digno para poder resolver los grandes y apremiantes problemas del México contemporáneo, ¿Cuáles? Pobreza extrema, falta de empleo, desigualdad social, marginación, corrupción, impunidad, inseguridad, mejora en educación, por mencionar los más apremiantes.
Considero que lo que sí podemos hacer es exigir cuentas del accionar a quien llegue a ocupar el puesto de Primer mandatario, es decir, al primero que se le puede mandar, no el que puede mandar primero. Puede ser que existan algunos políticos honestos e incorruptibles, búsquemelos y apoyemos sus causas (V.gr. Pedro Kumamoto y Juanita Delgado).
Recuerde, a ningún político le interesa si sus relaciones interpersonales se resquebrajan, solo trate de votar lo más consiente y estar atento a los resultados comprobables de sus candidatos. Pase buen día.