Un lugar en silencio: bajando los estándares del thriller
Cine Crítica
Las ‘‘mayors’’, las grandes casas productoras de Hollywood, rara vez buscan arriesgar capital en propuestas que difieran de sus fórmulas; el cine producido en aquel vecindario de Los Ángeles se repite a sí mismo, con tal de no cometer ningún error que limite los ingresos de la taquilla. Cada día son más escasos los ejemplos de películas que divergen de lo preestablecido, y si bien algunas cintas funcionan dentro de estas estructuras, la mayor parte de ellas son olvidadas al mes de su estreno debido a esa esquematización industrial que hace difícil diferenciar entre una película y la otra.
Y también están esas cintas como ‘‘Un lugar en silencio’’, que aparenta ser una oferta cinematográfica novedosa, cuando en realidad no hay mucha originalidad en su trasfondo y sólo recurre al efectismo para intentar sobresalir.
Un lugar en silencio (‘‘A Quiet Place’’ en su título original) nos presenta a la familia Abott, la cual es obligada a vivir sin producir ningún sonido debido a la presencia de unas criaturas ciegas y con un gran sentido auditivo, cuya principal presa son los seres humanos.
Hay que respetar el hecho de que la cinta no se base en los diálogos para contar su historia, lo cual en sí es un verdadero desafío, sobre todo cuando se trata de llenar una hora y media de película; salvo este detalle a rescatar, que no sé qué tan válido sea, pues se hace uso de los subtítulos para sustituir a los diálogos hablados, el resto de este largometraje es como cualquier otro de su género, y no hay mucho que resaltar.
Algunas situaciones suceden de forma forzada, sòlo para hacer avanzar la trama, su manejo del suspenso es estéril, y recuerda a ‘‘Después de la Tierra’’ (2013), ese intento fallido de Will Smith por mantener a su hijo en el estrellato, que curiosamente coincide en ciertos elementos: premisa que gira entorno un conflicto familiar, criaturas expertas en aniquilar humanos, y los hijos que son puestos a prueba por las circunstancias de su entorno.
Es sorprendente que hasta este momento el filme haya sido recibido con críticas tan positivas en su gran mayoría: 97% en Rotten Tomatoes, 8.2 en IMDb, y un 82 en Metacritic (en donde por cierto le han merecido una calificación positiva todos los críticos que le han hecho una reseña). Por mi parte puedo asegurar que aquel que no la vea no se pierde de nada, y quienes solo busquen asustarse un rato no saldrán tan decepcionados de la sala.