Planeta basura
La ciudad imaginada / Dr. José Alfonso Baños Francia
La gestión de la basura se ha convertido en un desafío a nivel mundial. Cada día, enormes volúmenes de residuos sólidos son vertidos por hogares, industrias y comercios. De acuerdo a cifras oficiales, a nivel global producimos alrededor de 2 mil millones de toneladas de desperdicios al año y esta cifra sigue en aumento. La gravedad de la problemática obliga a tomar cartas en el asunto porque para 2050 la producción de basura podría aumentar en un 70%, lo que significa más contaminación, mayor presión sobre los ecosistemas y graves problemas de salud pública.
En la región latinoamericana, no escapamos a esta severa crisis al producirse más de 230 millones de toneladas de residuos sólidos cada año, de los cuales cerca de la mitad termina en rellenos sanitarios bajo supervisión gubernamental mientras que el resto yace en vertederos ilegales, donde el tratamiento es inexistente. Esto se traduce en afectaciones ambientales al aire, agua y suelo, impactando principalmente a las comunidades más vulnerables.
Por lo que respecta a México, el panorama es preocupante. Cada mexicano genera en promedio 1.2 kilos de basura cada día, lo cual implica unas 120 mil toneladas cada 24 horas. Tampoco se aprovecha la oportunidad de reciclar residuos ya que solamente un 6% es reutilizada; tampoco hay políticas de aliento para que los residuos orgánicos se recuperen y contribuyan en el mejoramiento de la biodiversidad y los recursos naturales del país.
Jalisco, al ser una de las entidades mexicanas más productivas, también enfrenta serios retos en cuanto al manejo de residuos. La producción doméstica e industrial alcanzan a generar más de 9 mil toneladas de basura por día, lo que coloca al estado en el segundo lugar a nivel nacional en generación. A pesar de que se han implementado campañas de reciclaje y programas de gestión, solo el 8% de la basura es reutilizada.
La alta generación de residuos en Puerto Vallarta se vincula a su vocación turística, dada la naturaleza de la actividad por su alto consumo en las experiencias recreativas. En los últimos meses observamos series deficiencias en la recolección cotidiana, generando una pésima imagen como destino y poniendo en riesgo la salud de los vallartenses.
Para cualquier gobierno hay tres asuntos esenciales: atender la recolecta y gestión de basura, asegurar la seguridad ciudadana y proveer los servicios públicos básicos (agua, luz, drenaje). Por tanto, no hay excusa para desatender la temática. Con la llegada de la nueva administración municipal no se ha observado solución y las calles siguen luciendo extremadamente sucias.
El mundo de consumo en el que nos movemos favorece esta problemática; así, la gestión de la basura no se resume a la cantidad, sino a la falta de medidas sostenibles para incorporar los residuos en una dinámica circular. Con acciones individuales y colectivas, podemos cambiar el rumbo y dar un respiro a nuestro planeta y con ello asegurar que siga siendo nuestro hogar por muchas generaciones.