“El patrimonio no puede quedar estático”
Por: Miguel Ángel Ocaña Reyes
Se realizó en la Oficina de Proyectos Culturales la charla “Centro Histórico, ¿quién cuida el patrimonio?”, en el marco de Noches de Verano. Fue una conversación en la que participaron varios expertos en conservación patrimonial, como la arquitecta Violeta Ponce Sánchez y Ortega, coordinadora de Patrimonio de la Secretaría de Cultura de Jalisco; la arquitecta Hilda Esther López Reveles, jefa del Departamento de Proyectos Urbanos en el Ayuntamiento de Zapopan; el arquitecto Alberto Reyes González, del Instituto Tecnológico Mario Molina Campos Puerto Vallarta, y la doctora María del Carmen Anaya Corona, profesora investigadora del Centro Universitario de la Costa. Estos especialistas discutieron sobre el patrimonio histórico y arquitectónico de Puerto Vallarta.
En entrevista, el arquitecto Óscar Morán Guillén, miembro fundador del Observatorio Ciudadano de Puerto Vallarta, comparte su percepción de este foro, del cual se derivaron algunas conclusiones y acciones a seguir para proteger el patrimonio cultural de Puerto Vallarta.
¿A qué conclusión se llegó sobre el cuidado del patrimonio histórico de Puerto Vallarta?
La intención de esta charla era difundir mucha información que no ha sido compartida en Puerto Vallarta como quisiéramos. Tenemos una Ley de Patrimonio Estatal y un polígono que comprende el centro histórico protegido por esta ley. Este polígono fue enlistado en 2018, y desde entonces, se deben cumplir una serie de normas para el manejo, preservación y conservación de nuestro centro histórico.
Lo que ha sucedido es que, desde 2018 hasta la fecha, ha continuado el deterioro del Centro Histórico en términos patrimoniales. Se han otorgado licencias de construcción, realizado alteraciones y demoliciones, muchas veces por desconocimiento de las autoridades sobre cómo gestionar el tema del Centro Histórico. Ante esto, decidimos invitar a estos expertos para que compartieran sus experiencias, como la arquitecta Violeta Ponce Sánchez, quien explicó qué es el patrimonio, cómo se origina la Ley de Patrimonio del Estado, y cuál es el rol de la Secretaría de Cultura para salvaguardarlo y dictaminar qué proyectos se pueden realizar y cuáles no. Además, la arquitecta Hilda Esther López nos mostró cómo los ayuntamientos deben responder y nos habló de casos de éxito en el rescate del centro histórico de Zapopan.
El Ayuntamiento de Zapopan ha sabido implementar los lineamientos y reglas que establece la Ley de Patrimonio para proteger un centro histórico. No se trata solo de dejarlo como un museo, sino también de darle vida. Las intervenciones que se han realizado han revitalizado el centro, sin dejarlo estancado en el tiempo, permitiendo la inyección económica y la creación de proyectos que dinamicen la vida en estos espacios.
Estas intervenciones fueron clave, y aprendimos mucho sobre cómo Puerto Vallarta puede comenzar a aplicar algunas de estas estrategias para rescatar su centro histórico, tanto en términos de patrimonio cultural como de dinamización económica. Es decir, cómo volver a atraer vivienda al centro, aplicar usos de suelo compatibles con el patrimonio, y muchas otras estrategias que se pueden implementar.
¿Participaron autoridades del Ayuntamiento vallartense?
Sí, hubo alguien del público que formará parte del gobierno entrante. Recibió la información con entusiasmo y hemos continuado las conversaciones con él para ver cómo este aprendizaje puede incorporarse en la agenda de rescate del Centro Histórico.
¿Cuáles serían las estrategias más adecuadas?
Antes que nada, es importante entender que es un tema muy delicado. El patrimonio inmueble, es decir, los edificios, a veces cumplen su ciclo de vida y su función original. A medida que cambian los tiempos y las necesidades, es necesario hacer alteraciones y adecuaciones.
El patrimonio no puede quedar estático. Los edificios deben ganarse su lugar, encontrar una función utilitaria para las necesidades actuales. Se deben permitir adecuaciones y modificaciones, pero sin perder su esencia. Este balance es delicado y requiere sensibilidad, pero también una metodología.
El caso de Zapopan es interesante, y es lo que podemos empezar a aprender aquí en Vallarta. Si se van a otorgar permisos de construcción o se va a densificar el centro histórico, las fincas abandonadas deben tener una nueva vocación que requerirá intervención, pero sin perder su esencia. Esto es parte del aprendizaje que debemos aterrizar, así como definir qué dependencias municipales deben realizar qué tipo de acciones, reglamentaciones o autorizaciones.
¿Justifica el descuido de las autoridades el deterioro del patrimonio?
Se puede ver de dos formas. Las autoridades deben estar al tanto de la ley y no deben tomar decisiones que la contravengan. En algunos casos, aquí ha sucedido esto, argumentando que no estaban al tanto. Una forma proactiva de atender esta situación sería traer expertos que impartan talleres y capaciten a los funcionarios del Ayuntamiento para evitar estos errores.
Por otro lado, también es necesario defender y señalar lo que se ha hecho mal. A nivel estatal, hay una Dirección de Patrimonio, pero a nivel municipal no hay una, por lo que el tema queda un poco huérfano, acaparado por distintos organismos. Falta claridad sobre quién debe tener la tutela y marcar las pautas.
El Ayuntamiento debe fortalecer esta área, y es importante entender que se trata de un tema legal, no solo de gustos personales. El patrimonio tiene una protección legal, y a partir de ahí se establecen las formas de cuidado.
¿En manos de quién está el cuidado del patrimonio vallartense?
Esta responsabilidad es multifactorial. La sociedad también puede proteger el patrimonio. Vimos que la gente está interesada en que el centro se proteja, pero el tema no está muy difundido.
Nos corresponde a la sociedad civil difundir el tema y exigir a las autoridades que lo incluyan en su agenda de gobierno. También es responsabilidad del Instituto Vallartense de Cultura, que debe contar con un área especializada y compuesta por personas con experiencia en el tema.
¿Consideras que la sociedad ha sido apática hasta este momento?
No creo que la sociedad sea apática, más bien está cansada. El Observatorio surgió a raíz de una demolición sin licencia y de permisos aprobados cerca de la Iglesia de Guadalupe. Hubo organización vecinal, denuncias legales y una denuncia colectiva que en tres horas reunió más de 100 firmas.
La gente está interesada en preservar el patrimonio, pero no siempre sabe cómo. A veces desconocen la existencia de la Ley de Patrimonio o la Declaratoria de Centro Histórico, y se sienten cansados de luchar sin saber cómo o por dónde.
¿Hacen falta liderazgos?
Probablemente hace falta que la agenda suene más, tanto en cámaras empresariales como en gremios hoteleros y turísticos. Al final, la imagen de Puerto Vallarta se vende con el centro histórico, por lo que estos sectores también deben involucrarse y apoyar esta causa.
¿Como observatorio han tenido acercamiento con el sector empresarial?
Se empieza a dar, con la CANACO hay muy buena comunicación y disposición de trabajar, hay también un grupo de hoteleros del centro que está también apoyando mucho al Observatorio, o sea, es algo que no estaba tan difundido, entonces vamos ganando algo de terreno, pero sí hay aliados y una causa que la gente quiere apoyar.
¿Qué mensaje quieres darle a la comunidad vallartense?
Me gustaría pedirles que este movimiento siga creciendo, que todos participemos en la preservación del centro histórico, no solo recorriendo el malecón, sino también las fincas, aprendiendo y valorando nuestro patrimonio.
Este es un esfuerzo que apenas comienza, pero pronto habrá más plataformas y redes para continuar la difusión y comunicación de esta causa.