Solicitud de inconformidad

Medicina Familiar / Dr. Marco Antonio Inda Caro / Médico de Familia

La justicia social debe ser coherente con la predicación tanto pública como divina, sin soslayar lo ganado en el terreno sindical

La siguiente narrativa trata sobre un reporte de irregularidad en el supuesto extravío, pérdida o robo sin violencia de un bien de consumo dentro de una institución pública, donde 41 cajas de un medicamento para uso de pacientes con diabetes se pierden, resultando en un reporte superior que termina en un demerito hacia su servidor.

Los trabajadores involucrados acusaron acoso laboral y estrés postraumático por dicho reporte. Con una visión pobre de la justicia, sobrellevamos a cuestas y en contra de las corrientes que subyugan la verdad entre caminos sinuosos, como una maraña mal tejida sobre una red de favores.

Ese es el título y contenido de una inconformidad que resulta desfavorable para quienes estamos al frente de empresas públicas y privadas, donde las atrocidades son el pan de cada día. Al fraudulento lo vuelven honorable, al asesino lo vuelven justiciero y al omiso lo vuelven victimario. Reportar un robo sin violencia, o la pérdida o extravío de un bien de consumo, se transforma en un acto solemne de acoso laboral por ocasionar un estrés postraumático al acusado, quien deliberadamente es omiso y abusa de sus actividades laborales.

Esa es la justicia, donde, sin obviar las actividades de la misión y visión de cada empresa, pasa por entre las zonas inguinales cercanas a los genitales de esta red de favores.

Quienes estamos al frente nos volvemos vulnerables, como el óvulo al esperma, a estos actos premeditados a merced de delincuentes o de personas que no pretenden servir al público o a las empresas, sino a los intereses propios que son fuertemente apoyados por grupos o corrientes, como la virulencia de una bacteria. El desgrane de la pirámide construida con años de esfuerzos de las empresas tanto públicas como privadas se ve débil ante los sucesos que desquebrajan años de servicios frente al público o frente a las empresas, como el insuficiente corazón ante las crisis hipertensivas que deja de funcionar lentamente en aquel paciente que es omiso a su cuerpo.

Entiéndase por “acoso laboral” una forma de violencia que se presenta a través de una serie de eventos que tienen como objetivo intimidar, excluir, opacar, aplanar, amedrentar o consumir emocional o intelectualmente a la víctima, causando un daño físico, psicológico, económico y laboral. Finalmente, el trastorno de estrés postraumático se caracteriza por la imposibilidad de recuperarse después de experimentar o presenciar un evento atemorizante.

El trastorno puede durar desde meses hasta años y suele haber episodios que recuerdan el trauma y causan intensas reacciones emocionales y físicas. Entre los síntomas se encuentran tener pesadillas o recuerdos repentinos, evitar situaciones que recuerden el trauma, reaccionar exageradamente ante los estímulos y sufrir de ansiedad o depresión.

El solicitar justicia ante una empresa pública o privada y resultar con un demerito habla de pobreza administrativa, de opacidad pública y de violación al derecho de tratar de resarcir un mal para crear un monopolio carente de imparcialidad. La justicia divina es tácita entre los cristianos; la justicia social debe ser coherente con la predicación tanto pública como divina, sin soslayar lo ganado en el terreno sindical.