El derecho a la impugnación
Hablemos en serio / Javier Orozco Alvarado / Ex rector de la Universidad de Guadalajara en Puerto Vallarta
Las elecciones del pasado 2 de junio en Jalisco siguen siendo cuestionadas por la candidata de la coalición Sigamos Haciendo Historia, Claudia Delgadillo González, ante lo que ha considerado una elección de Estado llena de irregularidades. Ante tales circunstancias ha emprendido una ruta jurídico-electoral para exigir la anulación de la elección, con el respaldo de las bancadas de Morena y sus aliados en el Congreso de la Unión.
Con un margen de alrededor de 5%, Pablo Lemus, de Movimiento Ciudadano, se impuso ante la candidata de la mega alianza por Jalisco; aunque con un porcentaje muy por debajo respecto del 15% que obtuvo Enrique Alfaro en 2018 frente a Carlos Lomelí bajo las siglas de Morena.
Lo cierto es que esta elección, que estuvo llena de señalamientos, viene a refrendar que los jaliscienses siguen siendo una sociedad muy conservadora; que prefiere gobiernos de centro (PRI) o de derecha (PAN o MC) que otras expresiones de izquierda como Morena o el extinto PRD.
De hecho, en la zona de Los altos de Jalisco, una de las más conservadoras del estado, fue la coalición Fuerza y Corazón por México (PRIAN) quien obtuvo mayor cantidad de presidencias municipales (San Juan de Los Lagos, Lagos de Moreno, Tepatitlán, San Julián, Jesús María, entre otros).
Asimismo, en la Zona Metropolitana de Guadalajara, cuna del conservadurismo jalisciense, MC ganó Guadalajara, Zapopan y Tlajomulco; que juntos concentran el 60% de la población total de la entidad. El triunfo de Morena y sus aliados en Tlaquepaque y Tonalá representan el restante 20% de la población, en cuya suma generan una concentración de 80% de la población total del estado de Jalisco en estos cinco municipios.
Digamos que esta concentración de población es la que sigue favoreciendo a los partidos conservadores de Jalisco, pues el panismo en la entidad se arraigó por diez y ocho años; desde la llegada de Alberto Cárdenas Jiménez como gobernador en 1994-2000; continuando con otros seis años de Francisco Ramírez Acuña, hasta la terminación de la gestión de Emilio González Márquez en 2006-2012.
Con un triunfo electoral muy cuestionado, en la pasada elección, Pablo Lemus vino a cosechar un trabajo de casi nueve años al mando de Zapopan y Guadalajara, dos de los principales municipios de Jalisco que concentran entre ambos 50% del electorado.
Aunque por lógica poblacional y geográfica, Lemus pudo haber ganado los comicios; Claudia Delgadillo está en su derecho de solicitar la anulación de la elección o mínimo hacer un recuento de los votos en todos los distritos de Jalisco para transparentar el proceso, tal como lo han sugerido el gobernador Enrique Alfaro y Clemente Castañeda, coordinador de la bancada de MC en el Senado.
Por eso, en nuestra calidad de analistas, ciudadanos o espectadores; lo que conviene a los jaliscienses es que se reúnan todas las pruebas para que, conforme a derecho, resuelva este litigio el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación; todo por el bien de Jalisco y nuestra incipiente democracia.