Viernes Santo
La ciudad imaginada / José Alfonso Baños Francia
Una de las tradiciones religiosas con más raigambre en la vida nacional es la Semana Santa, suspendiendo las actividades cotidianas en el ámbito escolar, laboral y administrativo. En Puerto Vallarta, este periodo representa la masiva llegada de visitantes, la mayoría de ellos mexicanos quienes aprovechan el asueto para gozar de los atractivos de la región con un clima aún agradable.
A nivel mundial, tienen lugar diversas representaciones de los principales sucesos de la Pasión de Cristo. Una de las más afamadas es llevada a cabo en Sevilla, donde además de las cuestiones religiosas, es un fenómeno de carácter social, cultural, turístico y económico de gran importancia, siendo catalogada como una fiesta de interés turístico internacional desde 1980. Entre el Domingo de Ramos y de Resurrección, más de 60 cofradías desfilan hacia la Catedral, al tiempo que otras hermandades y agrupaciones parroquiales marchan en procesión los días anteriores, con especial énfasis en el Viernes de Dolores y el Sábado de Pasión.
Las tradiciones agrupadas en torno a las procesiones y la gran riqueza de los objetos exhibidos constituyen obras de arte que son una muestra de la herencia cultural de los sevillanos como ocurre con la hermandad del Gran Poder, realizada en el siglo XVII y que incluye representaciones de la pasión. También destacan cruces, estandartes, música, piezas de orfebrería y bordados de muy alta calidad en la elaboración.
En nuestro país, es famosa la procesión del Silencio en San Luis Potosí, dándose cita en la tarde y noche del Viernes Santo, iniciando el recorrido en el Templo de Nuestra Señora del Carmen y continuando a través de las calles del Centro Histórico. Durante la romería se encuentran los sonidos de tambores y cornetas, pero primando el silencio, aspecto observado por los participantes y espectadores, dando un ambiente de pesar y recogimiento. Un aspecto que impresiona es la duración, llegando a contarse hasta 5 horas donde marchan cofradías y parroquias mostrando la belleza del patrimonio religioso potosino. Para presenciar el evento hay que llegar con tiempo suficiente o pagar por lugares para estar cómodamente instalado. Por su importancia, fue declarada parte del patrimonio cultural del estado en 2013, y para mejorar la experiencia de visita, se acompaña de exposiciones de arte, conciertos, conferencias y visitas guiadas.
Algo similar tiene lugar en Morelia, una ciudad con muchos ritos religiosos en la Semana Santa. Allí se desarrolla la procesión del Santo Entierro (o del Silencio) que es el acompañamiento al pésame de María La Dolorosa por el sufrimiento de la pérdida de su hijo. Esta costumbre nació en el barrio de las Capuchinas en 1976 y transcurre la noche del Viernes Santo cuando 19 cofradías pertenecientes a diferentes parroquias y colonias recorren una ruta que inicia en calzada Fray Antonio San Miguel y recorre Madero, la avenida principal. En la región no es común disponer de estas expresiones religiosas debido al carácter turístico del destino, sin embargo, en algunas parroquias se organizan conmemoraciones en torno a la pasión de Jesús, congregando a pocos, pero comprometidos fieles.