¡Sin agua la Ciudad de México!
Medicina Familiar / Dr. Marco Antonio Inda Caro / Médico de Familia
Volver a excavar nuevos pozos, dicen los expertos, no es la solución, que la solución es reutilizar el agua desperdiciada y recolectar el agua de la lluvia. Uno de los nuevos focos de contaminación alimenticia es la reutilización de agua contaminada para regar en cultivos de hortalizas. ¿Cuántas veces no se han cancelado los productos de importación a los Estados Unidos por alimentos contaminados? Ahora una fuente importante de contaminación fecal es el agua que se reutiliza.
El agua con heces fecales provoca, entre otros padecimientos, salmonelosis, shigelosis, colera, pero sobre todo parasitosis intestinal. Volveríamos a ver a los niños con el síndrome de Loeffler, que no es otra cosa que Áscaris lumbricoides (lombrices de las llamadas solitarias) en preescolares saliendo por la boca, la nariz y el recto, y que una de las larvas se aloja en los pulmones provocando entre otro cuadros de neumonía, y que previo provocaron en ellos disentería y desnutrición.
Lo viví en Puerto Vallarta entre el 2007 y 2008, lo anterior secundario al fecalismo al aire libre que se lleva a cabo en las laderas de los cerros, donde los niños juegan con el agua de la lluvia.
Esto se va a vivir en la Ciudad de México si no hay una adecuada supervisión del agua residual que se reutilizará. Esta situación se vive en la localidad, el consumo de agua contaminada continua, por tal motivo la parasitosis y la baja cobertura en vacunación en menores de edad es una realidad que ya se esta viviendo. Aquí en la localidad existen niños con parasitosis sin vacunación, una vacunación que es un derecho universal y que en México en décadas pasadas existía una adecuada cobertura. Nos falta como hombres, padres de familia, cambiar el rol de padres y meterse un poco mas profundo en el cuidado de nuestros hijos.
En esta nueva era, quien domine el agua dominará el mundo, así se llamará el próximo capítulo de la tierra, pero sobre todo, de las grandes urbes. Creo que ya estamos muy expuestos a las parasitosis y al consumo de alimentos contaminados, y sin lugar a duda, veremos de nuevo esos cuadros donde las lombrices se salen por la boca de los niños preescolares.
Ahora ya nada más falta que nos orine un perro, y que bajo esa orina broten los parásitos que conlleva la parasitosis de los perros y gatos sin desparasitar, y que los cuidadores de los mismos al sacarlos a pasear dejen el excremento ahí tirado, sin ni si quiera echarles cal y que si les echaran cal, estarían las vialidades llenas de puntos blancos tanto en cerros, vialidades y banquetas, porque no todos tenemos la cultura de llevar una bolsa para recolectar el excremento que dejan las mascotas. ¿Y usted amigo lector ya se desparasitó? Lo dudo, ahora prefieren comprar proteínas por frascos grandes para que duren más y tener un cuerpo esbelto, ah pero eso sí lleno de lombrices…
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