Ponerle el cascabel al gato: Cómo aprender a correr riesgos en la empresa
Empresa Familiar / Por C.P.C. y M.I. José Mario Rizo Rivas
Las empresas exitosas ya no pueden permanecer trabajando siempre de la misma manera. La innovación es clave para la estabilidad en el mundo de los negocios.
“La creatividad requiere tener el valor de desprenderse de las certezas”. Erich Fromm
A lo largo de mi trayectoria profesional, he encontrado que es muy difícil para una empresa familiar exitosa implementar nuevas ideas en su trabajo, este artículo se lo dedico a un gran amigo empresario Don Pepe de quien escuché repetidas veces esta conocida frase en nuestras juntas de Consejo “¿Quién le va poner el cascabel al gato?” Aunque los líderes saben que los peligros son inminentes, prefieren seguir por un camino seguro, sin tomar en cuenta que cerrarse a nuevas perspectivas puede ser fatal. Se trata de un dilema similar al que nos presenta la siguiente fábula clásica:
Había una vez un grupo de ratones que vivía intranquilo: eran constantemente acechados por un gato. Los ratones sabían con claridad cuál era el problema y eso les ayudó a encontrar un buen plan: colocarle un cascabel al gato para estar un paso adelante de él. Sin embargo, tras la alegría de hallar una alternativa, se dieron cuenta que ninguno estaba dispuesto a tomar el riesgo de llevarla a cabo.
Dentro del trabajo empresarial es necesario aprender a tomar riesgos y hallar nuevos caminos hacia el éxito. A una compañía que permanece estática le sucede lo mismo que a los ratones: no corre riesgos y el peligro sigue siendo inminente. Los líderes familiares pueden sacar provecho de la reflexión sobre la necesidad de innovar y aprender a medir los riesgos que ello implica.
El peligro no espera: toma el control de la situación
En nuestra época, la innovación es clave para encontrar el éxito. Las empresas con mayor auge actualmente son las que han decidido tomar riesgos: Amazon, Tesla, Google, Apple, Microsoft, y la lista es mucho más amplia.
Las empresas familiares, históricamente, se han destacado por su capacidad de adaptación: pueden tomar decisiones rápidamente, tienen un equipo dispuesto a enfrentar grandes retos. Una organización debe considerar, como parte de su cultura, tener una actitud proactiva ante el trabajo, es decir, buscar la mejora constante, ir más allá del conformismo, anticipar los problemas con un constante análisis del mercado, de los procesos de la organización, del trato con clientes y proveedores. “El valor de la innovación no está en evitar que te copien, sino en conseguir que todos te quieran copiar”. Enrique Dans
Tomar riesgos e innovar no es un volado, es una estrategia
Por supuesto, tomar riesgos no significa simplemente salir de la madriguera sin un plan para enfrentar al gato. En el ámbito empresarial, una estrategia adecuada comienza con fomentar la innovación entre los colaboradores, darles la oportunidad de aportar desde su conocimiento y generar un espacio para el aprendizaje. “Si tienes suficiente información para hacer un plan de negocio de tu idea es que ya es demasiado tarde”. Bill Gates
Una empresa debe atreverse de manera inteligente y ahí se halla el equilibrio para no poner en peligro el patrimonio familiar. Un elemento fundamental para tomar decisiones de riesgo es considerar si las ideas nuevas resuelven problemas y generan valor para la organización.
El líder inteligente sabe cómo arriesgar
Entre las grandes empresas mundiales, podemos encontrar inspiración para atrevernos a tomar riesgos. Bill Gates es un claro ejemplo de la construcción del éxito a partir de la innovación. Gates siempre habla de la importancia de estar dispuesto a enfrentar la incertidumbre y hacerlo no a ciegas, sino a través del análisis de datos, del conocimiento del mercado, lo cual le ha permitido tomar decisiones a tiempo, arriesgar con ventaja. Es bien sabido que Microsoft tiene como estrategia la mejora constante de sus productos, la perfección es siempre alcanzable.
Por su parte, Warren Buffett ejemplifica que el riesgo en los negocios puede combinarse con el equilibrio. Este gran inversor supo hacerse accionista de empresas que parecían estar en problemas y que, en el largo plazo demostraron su valía. Su grupo de inversión comenzó como una empresa textil y, con el tiempo, ha adquirido acciones de empresas como Coca Cola, Apple, Moody’s, American Express, entre muchas otras: no ha tenido miedo a diversificar y adaptarse a las condiciones del mercado.
Tomar riesgos de forma inteligente no es un peligro para una empresa familiar, sino una necesidad que debe implementarse cada día. “Nuestro éxito del pasado es el enemigo nº1 de la Innovación”. David Cánovas