“Estoy en total vulnerabilidad, no tengo protección de nada”
Miguel Ángel Ocaña Reyes
La periodista María Luisa Estrada está viviendo un desesperante sentimiento de orfandad e impotencia después de ser agredida en la ciudad de Guadalajara. Esta situación la ha llevado a buscar apoyo en instancias como la Fiscalía General de la República y el Mecanismo de Protección a Periodistas y Defensores de Derechos Humanos, pero lamentablemente no ha obtenido una respuesta satisfactoria en ninguno de los dos casos, lo que refleja la difícil situación que enfrentan los periodistas en México al ejercer su profesión.
El ataque ocurrió el 15 de julio cuando la periodista circulaba por la calle Javier Mina, y unos sujetos armados la siguieron y la amenazaron de muerte. Durante el incidente, María Luisa se percató de que había sido seguida por una camioneta blanca, lo que la hizo sentir aún más vulnerable y preguntarse cómo los agresores sabían exactamente por dónde iba a salir.
María Luisa relató que los agresores persistieron en su intento, lo que confirmó que se trataba de un ataque directo contra ella. A pesar de los impactos recibidos durante el incidente, logró escapar hasta el centro de Guadalajara, pero sigue sumida en una situación de vulnerabilidad y desprotección.
Tras casi quince días de los hechos, la periodista aún no cuenta con protección alguna. Ha tenido dificultades para obtener ayuda de las autoridades, y tampoco ha recibido respuesta del Subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, Alejandro Encinas. Su condición de periodista independiente sin respaldo de una empresa la hace aún más vulnerable, tanto en términos de seguridad como económicos.
Además, María Luisa teme que su pasado trabajo de investigación sobre corrupción en el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas le esté generando represalias, afectando así su acceso a la protección que debería recibir.
Ante esta angustiosa situación, la periodista se apoya en la solidaridad de sus colegas periodistas, quienes han hecho visible su caso en medios nacionales e internacionales. Sin embargo, esta solidaridad no es suficiente para garantizar su seguridad, y sigue luchando para recibir el apoyo necesario de alguna autoridad o institución, como Artículo 19, que ha estado pendiente de su caso.
Estas situaciones se enmarcan en un contexto alarmante para los periodistas en México, con cifras preocupantes de asesinatos relacionados con su labor. Desde el año 2000 hasta la fecha, Artículo 19 ha documentado 160 casos, siendo los últimos gobiernos de Andrés Manuel López Obrador y Enrique Peña Nieto especialmente críticos. El estado de Veracruz ha sido particularmente letal para los comunicadores, con el mayor registro de asesinatos de periodistas, incluido el caso del fotoperiodista Rubén Espinosa.
El reciente caso de Luis Martín Sánchez Íñiguez, corresponsal de La Jornada en Tepic, Nayarit, es un triste ejemplo más de esta alarmante realidad. Fue desaparecido y encontrado sin vida, sumándose a la larga lista de periodistas que han perdido la vida en el ejercicio de su profesión en México.