Entre el éxito y el fracaso
Hablemos en serio / Javier Orozco Alvarado / Investigador de El Colegio de Jalisco, A.C.
El pasado domingo 28 de mayo, organismos de la sociedad civil convocaron en varias ciudades del país a una marcha para defender instituciones como el Instituto Nacional de Acceso a la Información (INAI), la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y a su presidenta, Norma Piña; pues según los manifestantes, éstas se han visto amenazadas por el presidente de la república.
La realidad es que, tanto en la capital como en las principales ciudades del país, la participación ciudadana estuvo muy desangelada; no sabemos si el fracaso o la poca participación tuvo que ver con: 1) el cansancio de la gente por andar de marcha en marcha, 2) porque los activistas de Va por México han estado ocupados en la campaña para la elección de gobernador el 4 de junio en Coahuila y el Estado de México, 3) porque el presidente tiene una aprobación de alrededor del 70%, o 4) porque, según los datos oficiales, la economía muestra muy buenos resultados.
Bien que mal, aunque la oposición no lo quiera reconocer, podemos decir que López Obrador es el único presidente de la historia que ha cumplido con que lo prometió al llegar al gobierno; en primer término, la construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles y la Refinería de Dos Bocas. También, en diciembre de este año entrarán en operación el Tren Maya y el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec; dos proyectos que permitirán detonar turística y económicamente la región sureste de México, en el abandono desde la época colonial.
De hecho, el Corredor Interoceánico, es un proyecto que había quedado sólo en buenas intenciones desde la apertura comercial en 1980; pues ni López Portillo, Miguel de la Madrid, Salinas, Zedillo, Fox, Calderón o Peña hicieron nada por la región, más que planes y proyectos que quedaron en el tintero y en la demagogia neoliberal que caracterizó a estos gobiernos.
Este corredor, que por fin será una realidad, contempla una autopista desde el Puerto de Salina Cruz, en Oaxaca, hasta el Puerto de Coatzacoalcos, en Veracruz; un ferrocarril que conectará ambos puertos en 4 horas, una red de fibra óptica y un oleoducto que permitirá exportar nuestro petróleo a China, Japón, y Europa.
El corredor contará con 10 parque industriales para la instalación de agroindustrias, industria eléctrica y electrónica, semiconductores, automotriz, dispositivos médicos, maquinaria y equipo, petroquímica, etcétera. Con este proyecto se crearán más de 150 mil empleos y para 2050 su contribución al PIB será de 1.7%. En tanto que esta región genera el 50% de toda la energía eólica del país, se tiene contemplado también su exportación a todo Centro América.
Si a estos buenos resultados agregamos los logros macroeconómicos, podemos decir que el peso sigue estable en menos de 18 pesos por dólar, la inflación, según el INEGI, bajó a 6.0%, el crecimiento del PIB es 3.7%, la inversión extranjera llegó a 18 mil 636 millones de dólares y la tasa de desempleo es de 2.0%. Y por más que le busco, no encuentro el fracaso en el gobierno de la república.