Discapacidad V.S. indolencia
Educación y parentalidad / Dr. Jesús Cabral Araiza
“¿Qué son el odio y la indolencia, sino plásticas del egoísmo?“ Nicolás Avellaneda
Existe, por fortuna, una actitud muy vigente respecto al tema de la inclusión en todas sus expresiones en gran cantidad de instituciones públicas y privadas hoy en México. Y aunque el camino no ha sido fácil, las buenas prácticas se están imponiendo sobre los hábitos nefastos o malas actitudes hacia las personas con necesidades espaciales, sean del tipo que sean, pero para refrescar un poco, vemos particularmente en el tema de alguna discapacidad que son y como se clasifican.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Discapacidad es un término general que abarca las deficiencias, las limitaciones de la actividad y las restricciones de la participación. Las deficiencias son problemas que afectan a una estructura o función corporal; las limitaciones de la actividad son dificultades para ejecutar acciones o tareas y las restricciones de la participación son problemas para participar en situaciones vitales. (OMS, 2021).
Clasificación de la discapacidad de acuerdo a la organización mundial de la salud (OMS).
Discapacidad física: Es la clasificación que cuenta con las alteraciones más frecuentes como secuelas de poliomielitis, lesión medular (parapléjico o cuadripléjico) y amputaciones.
Discapacidad sensorial: Comprende a las personas con deficiencias visuales y auditivas; y a quienes presentan problemas en la comunicación y en el lenguaje.
Discapacidad intelectual: Se caracteriza por una disminución de las funciones mentales, considera la enfermedad mental o psicosocial y varios tipos de enfermedad crónica. Disminución de las funciones mentales superiores (inteligencia, lenguaje o aprendizaje), así como de las funciones motoras. Esta Discapacidad abarca toda una serie de enfermedades y trastornos dentro de los cuales se encuentra el retraso mental, el Síndrome de Down y la parálisis cerebral.
Discapacidad psíquica: Se presenta en personas que sufren alteraciones neurológicas y trastornos cerebrales. Según la CNDH el término discapacitado se usa para definir una deficiencia física o mental, como la discapacidad sensorial, cognitiva o intelectual, la enfermedad mental o varios tipos de enfermedades crónicas. Las personas con discapacidad, la “minoría más amplia del mundo”; suelen tener menos oportunidades económicas, peor acceso a la educación y tasas de pobreza más altas. (CNDH, 2018).
Pues bien, en contraparte y contrario a las personas diagnosticadas con alguna de estas discapacidades, suelen existir individuos que más bien y escudándose eventualmente en dichas condiciones (sin serlo), suelen ser flojas, indolentes ante las tareas u obligaciones que suelen deber hacer, dejando a la victimización su suerte y tratando de responsabilizar a terceros de sus “grandes males” que suelen ser responsabilidades no asumidas y ejecutadas para su propia vida.
Por ello me parece prudente llamar a la mesura y nuevamente a la “cultura de paz”, para erradicar dichas actitudes que no solo como personas, también como sociedad no nos dejan crecer y prosperar. Le sugiero que la siguiente ocasión que se tope con una persona así, procure alentarlo dejarla que afronte y resuelva su responsabilidad, claro es que, si es una persona que por su condición clínica de discapacidad requiere ayuda o apoyo, proporcionarlo, sentido común pues.
Parafraseando a Vygotsky puedo afirmar que muchas veces no sabemos de lo que somos capaces hasta que se exigen nuestras competencias en una Zona de Desarrollo Proximal. Justamente la manera decrecer es enfrentando nuestros retos con valentía y sacando el mayor aprendizaje de ello. Gracias por su lectura.