Las corcholatas de MORENA en Jalisco
Hablando en serio / Javier Orozco Alvarado / Investigador de El Colegio de Jalisco, A.C.
Todo parece indicar que en la carrera por la sucesión presidencial, los finalistas más visibles son Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard; dos de los tres “casi hermanos” del presidente que podrían garantizar la continuidad de la 4T.
Lejos de la competencia están Adán Augusto, el “tercer hermano” del presidente y Ricardo Montreal, el posible candidato de la “Reconciliación Nacional”, pero todavía falta el reacomodo de las fichas de frente al desgaste que, indudablemente, afecta actualmente a los gobiernos de Morena, al margen del canibalismo y su extendida antidemocracia interna.
En Jalisco, las corcholatas a la gubernatura se siguen auto promoviendo solas. Ya sea placeándose con una u otra de las corcholatas nacionales, u organizando reuniones con sus seguidores para autoproclamarse aspirantes por Morena al gobierno del estado.
Los casos más recientes son las reuniones que en Puerto Vallarta han realizado el diputado local “Chema” Martínez y el regidor Carlos Lomelí. El primero, tiene como antecedente su militancia en Acción Nacional y su reciente mutación a las filas de Morena. El segundo, caracterizado por su segunda derrota frente al voto popular; una para gobernador de Jalisco en 2018 y otra en 2021 por la alcaldía de Guadalajara. Hoy intenta su tercera oportunidad para la candidatura de Morena al gobierno de Jalisco; aspiración a la que se suma también Alberto Uribe, actual regidor y recientemente derrotado en Zapopan en 2021.
Aunque en Jalisco sobran las encuestas cuchareadas que colocan a Morena por encima de cualquier partido para ganar la gubernatura, la realidad es que de los tres aspirantes mencionados no se hace uno para ganar la elección en 2024; mucho menos para competir contra Pablo Lemus, posible candidato de MC a la gubernatura.
La realidad es que, si Morena quiere ganar en Jalisco, tendrá que pensar seriamente en buscar una alianza con otros partidos que aporten candidatos frescos, sin tan recurrentes derrotas, sin señalamientos antiéticos y sin cola que les pisen. En este caso el Partido Verde, aliado natural de Morena, tiene gente fresca; como su dirigente estatal Luis Ernesto Munguía, quien a pesar de los obstáculos que enfrentó para su campaña y candidatura en Puerto Vallarta en 2021, logró colocar a ese partido, de una aceptación local del 3.0% a más del 30% en sólo un par de meses.
La realidad es que actualmente Morena no cuenta con una estructura partidista que le garantice el triunfo en los 125 municipios para ganar la gubernatura, pues prácticamente tiene cero comités municipales, contra más de 90 de MC, alrededor de 105 del PRI, 80 del PAN y más de 100 del Partido Verde.
No olvidemos que en 2021 Morena ganó solo en 15 municipios contra 44 de MC, 24 del PRI y 20 del PAN, lo cual pone en duda la posibilidad de que el partido oficial pueda ganar el estado de Jalisco en 2024 con los mismos candidatos que han perdido en repetidas ocasiones para los distintos cargos de elección popular.