Baja autoestima

Cuando se tiene baja la autoestima, no faltará el o la  lista que lo note, y comience a utilizarte a su conveniencia; podrás tener un cuerpo espectacular, una cara hermosa, una sonrisa maravillosa o unos ojos divinos, que siempre te dirá cuán horrible estás y ¡tú se lo creas!

En mi larga vida por éste enigmático Planeta Tierra, me he topado con varios casos de personas afectadas que se sienten “nada”, ante la presencia de su opresor(a)…

El que por su gusto…

Aunque están “convencidas del daño que les están causando”, siempre tienen miedo y tonta justificación… ¡ante tanta tiranía!

Y con la contumaz excusa: “Mis hijos necesitan de un padre o madre…”, “Si reacciono… ¡Perderé del sustento de mi hogar!…”, “O hago lo que diga, sino me expondré a que me olvide”, o… “a perder mi trabajo…”

¡Hasta osan decir!… “Es que es el amor de mi vida…”, etcétera, ¡ya tú sabrás!

Cuando osamos decir que es “el amor de mi vida”, significa que en realidad que ¡no tenemos ni la menor idea de lo que es el amor real y verdadero!; ya que ¡no podrás amar a nadie, sino comienzas por amarte y respetarte a ti mismo!

Todos tenemos un valor incalculable y si seguimos en éste vejado Globo Terráqueo, es porque tenemos que cumplir con algún encargo divino, y aunque quisiéramos irnos  antes del tiempo designado… ¡No lo lograremos!…

Mi madre siempre contaba de su amigo que se salvó de un “avionazo”, y en cuanto dejó a su familia asegurada… ¡Al bañarse, pisó el jabón, cayó y desnucó!…

Me impresionó mucho hace varios años la noticia del hombre que intentó suicidarse en el periférico de la Ciudad de México… ¡Y cayó sobre un automóvil, matando a toda una familia, quedando él, en una silla de ruedas por el resto de sus días!

O de aquella de baja autoestima, que se saturó de pastillas para dormir en cuanto la dejó el novio, logrando seguir viva con unos problemas estomacales terribles…

Existe un maravilloso dicho mexicano que dice: “Te salvarás del rayo… ¡Pero de la raya NO!”

Jalisco nunca pierde, y cuando pierde, arrebata

Muchas veces el ser inhumano se cree Dios, capaz de manipular la vida de nuestros semejantes que tienen baja autoestima; creen tener poder absoluto sobre ellos, y cuando gracias a Dios, los afectados toman conciencia y logran decir: ¡Basta, no más!… ¡Y se salen de su control!; tratan primeramente de hacerse las víctimas, y cuando ven que ya no les resulta… ¡Cambian ese “numerito teatral”, a la segunda fase, que es la ya muy conocida: “La mejor defensa es una ofensa”…

Actuando de nuevo como un feroz agresor, sólo para intimidar a la persona afectada, pero, cuando eso sucede… ¡Cuidado porque es capaz de todo con tal de volver a tomar control de la situación!… En esos casos es cuando se debe de recurrir a las “Leyes” (que por desgracia estamos viviendo una época que se inclinan al mejor postor)…

Pido a Dios para que esas indefensas personas, con una baja autoestima, caigan en manos de un verdadero profesionista, ya sea abogado, psicólogo o psiquiatra,  digno de toda admiración y respeto.

No hace mucho una mujer en E.U.A., muy joven y demasiado rica, pero con su baja autoestima, se casó con un hombre guapísimo, que podría ser su propio padre, tuvieron una hija y él astutamente la fue envenenando hasta que demostró su peligrosidad; le quitaron a su pequeño ángel terrenal y la internaron en un hospital psiquiátrico; obviamente, al otro lado de la nación; el “pobre marido” de la loca, tuvo que entregar a su retoño, con sus suegros, ¡para poder disfrutar la herencia!

Un gran hombre de negocios de Monterrey N.L. cuando se casó su único hijo, su mujer le sugirió que le entregaran a su retoño, su herencia en vida, ya que ellos estaban viejos; así lo hizo, pero al poco tiempo su esposa murió y él con la “baja autoestima” por sentirse solo, después de que se le murió la compañera de toda su vida, ¡invitó a su hijo con su nueva familia a vivir en su enorme mansión! Por ironías del destino, poco después murió en un accidente el hijo, y la bondadosa

“nuera”, puso al viejo suegro en una “lujosa casa de retiro”… para poder contraer nuevas nupcias, ¡porque estaba muy triste!

Y como hay un dicho mexicano muy cierto que dice: “Nadie sabe para quién trabaja”… Mejor cuida tu baja autoestima, tus recursos personales, y procura ponerlos cada día más en alto, para evitar que otras personas traten de manejar tu propia vida y evita a toda costa… ¡Darle poder a quien no lo merece!

Cariñosamente Ana I.