Previniendo muerte de cuna

A la fecha no se termina de entender completamente la causa y forma en la que sucede la muerte súbita del lactante

El Síndrome de Muerte Súbita del Lactante o coloquialmente conocido como “muerte de cuna”, es la muerte de un menor de 12 meses de forma súbita, inesperada y sin causa aparente, forma parte del espectro de trastornos del sueño del recién nacido o accidentes de cuna que llevan al sofocamiento y asfixia. Generalmente es una causa de muerte por exclusión, es decir, primero se tratan de buscar y descartar todas las causas de muerte y de no encontrar alguna, se clasifica como muerte súbita del lactante.

¿Cuáles son los riesgos asociados a muerte de cuna?

Se han estudiado múltiples casos alrededor del mundo, de donde se han obtenido características o factores de riesgo relacionadas a la muerte súbita del lactante, de las cuales, destacan que dormir con el menor en la misma cama o sofá está mayormente relacionado a muerte de cuna, sobre todo si el familiar, madre, padre o cuidador fuma, consume alcohol o drogas y mayor riesgo si el bebé es prematuro o tuvo bajo peso al nacer.

A la fecha no se termina de entender completamente la causa y forma en la que sucede la muerte súbita del lactante, sin embargo, existen teorías de inmadurez cerebral, cardíaca y pulmonar.

Después de analizar las estadísticas y encontrar que no era tan inusual como pensábamos, en los 90s se inicia una campaña de recomendaciones pediátricas para prevenir la muerte de cuna y que actualmente se siguen utilizando.

Recomendaciones para prevenir muerte de cuna:

1. El bebé debe dormir boca arriba
2. La cuna o cama donde duerme debe ser de superficie dura
3. Siempre supervisar cuando el bebé se encuentra boca abajo
4. Evitar  “sobre-arroparlo” o dormir con cabeza cubierta
5. No compartir cama con bebé si el adulto fuma, consume alcohol o drogas
6. Seno materno a libre demanda
7. Usar chupón para dormir o tomar siesta

Ocurren aproximadamente 40 muertes de cuna por cada 100,000 nacimientos al año en Estados Unidos y desde que se inició la campaña de recomendaciones han ido en disminución, sin embargo, continúa siendo una de las causas de muerte más común en menores de 6 meses.

Falta mucho por estudiar e investigar este devastador desenlace, pero podríamos implementar las recomendaciones mencionadas, compartirlas a los nuevos padres y así reducir el riesgo de que suceda.