Antes de morir…¡vive!
Consejos de una abuelita moderna
El lunes siguiente, cuando todos los niños regresaron a clases, a la hora de lecciones de Educación Sexual, un alumno tuvo la osadía de preguntarle a su Maestro: “Perdone Profesor pero… ¿puedo preguntarle algo que me tiene muy consternado?”
El Maestro de inmediato, con aire de superioridad respondió: “¡Claro que sí, para eso soy tu Maestro!
El alumno comentó que en una reunión de sus padres, alguien había preguntado, ¿quién había sido el primer Presidente de nuestra amada Patria?, y como estaba jugando con su celular divertidos juegos de matar… ¡No había puesto atención!… Cuando su Papá, le preguntó lo mismo, él se había sentido muy mal, al no poderle responder, ya que con muchos sacrificios lo estaban mandando a una escuela y no era posible que siendo mexicano, no pudiera responder esa simple pregunta…
El Maestro un poco extrañado le dijo que ese tema no era de interés en su clase, pues él era encargado de todo lo que respecta a su Educación Sexual, los Derechos de los Niños…
Todos los amiguitos que asistieron a la casa del niño sin pelo, solo se miraron de reojo sin hacer ningún comentario…
El alumno con insistencia, volvió a hacer uso de la palabra diciendo: Pero, antes de ser Maestro, usted es mexicano, y de seguro aprendió la historia de nuestro país, que siento que es más importante que, la materia que nos da.
Y el Maestro, con aire de superioridad solamente dijo: ”¡Guadalupe Victoria! Ahora prosigamos nuestra interesante lección sobre las enfermedades venéreas y cómo evitarlas, para eso les tengo una sorpresa, pues les daré un regalo muy importante…”
Ante la respuesta del Maestro, la mayoría de los alumnos aplaudieron diciendo:
“¡Nos encantan los regalos!”
El grupo de amigos se vieron entre sí y el alumno volvió a pedir permiso para hablar: “Si se llamaba Guadalupe… ¿fue una mujer o un hombre?…”
El Maestro, enrojeció y exaltado, con voz altanera dijo: “¡Esta no es una clase de historia!”
El alumno, insistió: “Perdone Maestro, pero en la reunión de amigos de mis padres había un extranjero que muy orgulloso habló de la interesante historia de su país; fue cuando dejé de jugar y al ver con cuánto amor se expresaba de su patria, diciendo que todo eso lo había aprendido desde niño en la escuela, me pregunté por qué en mi México amado, ya no se enseña nada de eso, a los niños…”
El niño sin pelo, levantó la mano diciendo en voz alta unas palabras que avergonzaron al Maestro de Educación Sexual: “José Miguel Ramón Adauto Fernández Félix, fue el nombre del Primer Presidente.”
“Y como a mí sí me encanta leer los libros que tienen mis papás, quiero comentarles algo que me llamó muchísimo la atención, que el poeta y actor Shakespeare decía: Siempre me siento feliz, ¿sabes por qué? Porque no espero nada de nadie: esperar siempre duele. Los problemas no son eternos, siempre tienen solución. Lo único que no se resuelve es la muerte. La vida es corta, por eso ámala, sé feliz y siempre sonríe. Vive intensamente y recuerda: Antes de hablar…escucha. Antes de escribir…Piensa, Antes de criticar…Examínate. Antes de herir…Siente. Antes de orar…Perdona. Antes de odiar…Ama. Antes de gastar…Gana. Antes de rendirte…Intenta… ANTES DE MORIR… ¡VIVE!
El Maestro avergonzado… ¡Pidió perdón!, les prometió que se convertiría en un verdadero Maestro y… ¡todos los niños efusivamente expresaron gratitud!
El grupo de amiguitos, felices agradecieron al niño sin pelo.
Para todos mis hermosos Ángeles Terrenales del ¨Grupo Canica¨.
Cariñosamente Ana I.