El Consejo de Familia: un faro para guiarte en tiempos turbulentos
Por: C.P.C y M.I. José Mario Rizo Rivas
“No le evites a tus hijos las dificultades de la vida; enséñales a superarlas”:Louis Pasteur, químico francés.
Cada empresa familiar es única, aunque todas tienen un reto en común: orientar la compañía hacia el crecimiento, manteniendo al mismo tiempo la armonía familiar. Ésta es la principal tarea del Consejo de Familia.
La necesidad de mantener vivos los valores de las empresas es enorme para impedir que los huracanes y otros vientos por venir puedan afectarlas y dividir a las familias.
Las recientes rondas de renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y las posibles repercusiones que los potenciales cambios tendrían en las empresas familiares mexicanas, ponen a éstas frente a un panorama que hasta hace poco menos de dos años no existía.
Hoy, las empresas familiares tienen ante ellas un camino un tanto escabroso y retador, que deberán recorrer sí o sí para asegurar su continuidad. Además de reforzar las operaciones de la compañía y crear un conjunto de planes alternativos y de contingencia ante este paisaje incierto, el fundador de la empresa familiar y los suyos tendrán que establecer (o restablecer) canales sólidos de comunicación entre ellos y unir esfuerzos ante los riesgos reales y potenciales que los rodean, tanto al interior del negocio como fuera de él.
La economía mundial actual se nos presenta como un turbulento mar, lleno de misterios y donde la oscuridad nos impide observar lo que no tenemos justo frente a los ojos; para arrojar luz sobre esta escena, existe una importante estructura que se convertirá en una guía ante los retos cada vez mayores y más complejos que enfrentan las empresas y sus familias. Permíteme platicarte sobre el Consejo de Familia.
Sorteando el vendaval
Las empresas familiares son, por definición, aquéllas que trascienden a través de las generaciones, evolucionando, creciendo y adaptándose a los cambios en los mercados que, puedo asegurar a título personal, hoy son inéditos y serán cada vez más profundos.
El Consejo de Familia es un órgano formal de las empresas familiares; su objetivo principal es fomentar la organización de reuniones donde los participantes (obviamente, todos miembros de la misma familia) puedan tratar temas relacionados tanto con la familia como con la empresa, así como situaciones internas que merecen ser conocidas, entendidas, analizadas y resueltas por parte de sus miembros. La asistencia a estas reuniones es obligatoria para los consejeros familiares.
Uno de los objetivos básicos del Consejo Familiar es redactar de manera formal (¡y por escrito!) la Misión, Visión y Valores familiares, estatutos que servirán de base para el comportamiento de los integrantes de la familia nuclear y extendida.
Cuando tu Consejo Familiar revise estos pilares de la empresa, recuerda que pueden o no tomar en cuenta asuntos espirituales/religiosos aceptados por todos en la familia, así como tradiciones y costumbres arraigadas durante décadas e importantes para que las nuevas generaciones conozcan sus raíces y los preceptos que los mantienen unidos.
Protege a los tuyos
Los valores de toda familia son vitales y es necesario que procures mantener los de la tuya; los huracanes y otros vientos por venir pueden afectar a las empresas e intentar dividir familias, pero si sus integrantes saben de dónde vienen, el Consejo Familiar podrá arrojar luz al camino y será más fácil definir hacia dónde deben dirigirse, manteniéndose unidos.
Tu familia debe presentar un frente común ante los problemas en los negocios; si no lo hacen, los conflictos y tensiones entre los accionistas, directivos y sus familiares podrían desencadenar problemas que, como bola de nieve, crecerían tanto que se harían insalvables, y en esas situaciones todos pierden.
Las épocas de crisis complican los aspectos económicos y patrimoniales de las empresas familiares. En ocasiones, esas expectativas irreales de poder cubrir a todos los miembros de la familia bajo el paraguas patrimonial no pueden ser cumplidas cuando la cruda realidad se hace presente, por lo que las rencillas pueden aparecer; el Consejo de Familia debe estar preparado para manejar este tipo de conflictos, además de preparar alternativas para la solución de los mismos.
Tu Consejo Familiar debe fomentar el crecimiento de sus miembros, permitiendo su capacitación como seres humanos integrales y (algo muy importante, aunque tal vez no lo veas así ahora) organizado todo tipo de eventos para que los miembros de la familia convivan entre ellos, ¡recuerda que en el futuro cercano todos ellos podrían participar como accionistas, consejeros o directivos en la empresa familiar!
Otra atribución del Consejo de Familia que pocas veces tomamos en cuenta es que éste también tiene la tarea de detectar en forma discreta, pero contundente, problemas psicológicos, adicciones y otras conductas destructivas que afectan a los miembros de la familia, la propia empresa y su entorno.
Con responsabilidad
Finalmente me gustaría recordarte que el Consejo de Familia es el órgano introductorio de los miembros de la familia a la empresa; es el primer canal a través del cual la compañía entrenará a los familiares, enseñándolos a ser profesionistas, y podrá separar entre los roles de accionista, empleado o miembro de la familia para generar madurez emocional y profesionalización en las futuras generaciones, procurando darle continuidad y crecimiento a la empresa.
Al respecto, mi recomendación sería que el Consejo Familiar tome la iniciativa de promover actos para la mejora de su comunidad o comunidades, incluyendo la filantropía y labor social, y promover que las diferentes generaciones participen en ello para fomentar una cultura de responsabilidad social.
Nuestro país ha vivido situaciones difíciles en los últimos tiempos, provocadas por el hombre, la naturaleza u ambos. Ser socialmente responsables ya no es sólo un movimiento económicamente inteligente, es una responsabilidad que todos como mexicanos tenemos para con nuestros hermanos en situaciones menos favorecedoras que la nuestra; si promovemos entre nuestros familiares la concientización de que existen realidades más difíciles que la propia y buscamos con acciones remediar en cierta medida esta situación para algunas personas, generaremos valores agregados que fortalecerán aquéllos establecido en nuestros estatutos, promoviendo la empatía entre los miembros de la familia y ayudándolos a crecer como personas, lo que eventualmente generará beneficios para la compañía.
Ahora ya sabes un poco más sobre el Consejo de Familia, esta herramienta tan útil para la salud de las empresas familiares; si tu compañía todavía no cuenta con uno, o éste no está bien establecido, ¿qué esperas para hacerlo? Sólo puede generarte beneficios.